El nuevo Tiguan es un SUV que se parece cada vez más a su hermano mayor, el Touareg. Si colocáramos juntos los dos coches, apenas notaríamos diferencias, salvo en la rejilla frontal y, por supuesto, en el tamaño. Aunque crece tres centímetros, hasta los 4,53 metros, todavía queda lejos del Touareg, que ronda los 4,90 metros.

En cuanto al diseño, poco más hay que decir. Como ocurre hoy día en casi todas las marcas de coches, cada vez son menores las diferencias entre los diferentes modelos que componen la gama y, en este caso, se puede decir que el Tiguan es más Volkswagen que nunca, con un frontal que adopta las líneas estilizadas de los últimos modelos (incluidos los eléctricos), sobre todo por los nuevos grupos ópticos conectados entre sí por una fina tira de iluminación.

Pero el cambio más importante lo encontramos en el interior, donde llama la atención la gran pantalla central de hasta 15 pulgadas, similar a la que monta el Cupra Tavascan, y que aglutina la mayoría de las funciones del coche. La pantalla de instrumentación es también totalmente digital, la palanca de cambios ahora está junto al volante (como si se tratara del limpiaparabrisas), y el head-up display ofrece una información más completa.

También incorpora un mando giratorio en la consola central (denominado Driving Experience Control) para gestionar los modos de conducción y operar sobre el sistema multimedia.

Al margen de ello, la habitabilidad ha dado también un paso adelante, mientras que la capacidad del maletero se ha incrementado en nada menos que 132 litros, hasta un total de 652 litros, una cifra muy a tener en cuenta.

En cuanto a motorizaciones, el nuevo Tiguan mantendrá las opciones gasolina y diésel, así como las híbridas enchufables, aunque ahora son más eficientes. Así, en ciclo gasolina, estarán disponibles los motores 1.5 eTSI de 131 y 150 CV, ambos con un sistema de hibridación ligera, y en ciclo diésel, se comercializará el clásico 2.0 TDI de 150 CV.

Más adelante habrá versiones híbridas enchufables (eHybrid, de 204 y 272 CV) basadas en el mismo bloque de combustión 1.5 eTSI, aunque con el apoyo de un motor eléctrico de 116 CV y una batería de 19,7 kWh que, según asegura el fabricante, ofrece una autonomía eléctrica de hasta 100 kilómetros, frente a los 55 actuales.

CAMBIO Y TRACCIÓN

En cuanto a cajas de cambio, llama la atención que desaparecen las cajas manuales, de tal forma que todas las versiones del Tiguan tendrán solo el cambio automático de doble embrague DSG. Los modelos más equipados podrán disponer, eso sí, de tracción a las cuatro ruedas 4Motion.

A nivel de chasis, lo más destacado es la presencia del Gestor Dinámico de Marcha, encargado de realizar intervenciones en los frenos para cada rueda con ayuda del diferencial XDS, que puede combinarse de forma opcional con el control de chasis adaptativo DCC Pro. Con este sistema, el coche puede ajustar de forma selectiva la dureza en cada amortiguador, consiguiendo que las características del comportamiento sean más neutras, estables y precisas.

En el apartado de seguridad, incorpora un moderno arsenal de sistemas de seguridad ADAS que le acercan a un nuevo escalón de la conducción autónoma. Destacan las tecnologías Trailer Assist (pensado para maniobras asistidas con remolque) y el Park Assist Pro con la novedosa función de aparcamiento remoto, que permite al usuario manipular el vehículo desde fuera mediante una aplicación del móvil. También se incluyen asistentes como el Front Assist con detección de peatones, el Lane Assist, el detector del ángulo muerto y el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, sin olvidarnos del asistente de salida de aparcamiento trasero.

Los precios parten desde los 37.605 euros, esto es, 1.200 euros menos que el Tiguan que se vendía hasta ahora con cambio manual.

Landaben, cuarta fábrica mundial de VW

Volkswagen Navarra se consolida como la cuarta fábrica mundial por volumen de producción de las diecisiete de la marca Volkswagen, tan solo por detrás de Wolfsburg (Alemania), Puebla (México) y Bratislava (Eslovaquia). En concreto, la planta de Landaben produjo el pasado año 273.273 coches, lo que representa un 10% de los coches ensamblados en las fábricas de la marca Volkswagen en todo el mundo. Por modelos, se fabricaron 124.262 unidades del T-Cross, 82.256 del Taigo y 66.755 del Polo. Un 55% montaron el propulsor de 1,0 litros y 85 kW, un 35% el 1.0 de 70kW y un 10% el 1.5 de 110 kW.

Las balizas de señalización no serán obligatorias hasta 2026

Aunque en un principio se dijo que las luces de emergencia o balizas de señalización V16 iban a ser obligatorias en enero de 2024, la Dirección General de Tráfico española (DGT) ha pospuesto hasta 2026 la obligatoriedad de llevar en el coche este dispositivo creado para sustituir a los clásicos triángulos. La cuestión es que la DGT estableció esa fecha para las balizas no conectadas y la de enero de 2026 para las conectadas, pero la confusión generada en torno a ambos dispositivos ha llevado a permitir la utilización de triángulos y balizas sin conectar hasta 2026. La disposición de la DGT publicada el 19 de octubre de 2023 dice textualmente: «La conectividad no será obligatoria hasta el 1 de enero de 2026. Hasta entonces, pueden seguir usándose los tradicionales triángulos o las balizas V16 sin conectar».