Jone Buruzko
IRUDITAN

En busca de los arrozales perdidos

(Chaideer Mahyuddin AFP)

Tres niños indonesios con pinta de volver de la escuela -por eso de la mochila colgada a la espalda- pedalean sobre un terreno para arrozales completamente seco debido a la sequía que ha azotado la zona, tal y como muestra esta imagen tomada en Kuta Cot Glie. Ubicado en la provincia de Aceh, es el lugar más cercano al epicentro del gran terremoto del Océano Índico de 2004, el cual provocó un tsunami que devastó la mayor parte de la costa oeste de la región cuando estos chavales no habían nacido. Los extensos campos de arroz de distintos lugares de Indonesia componen algunos de los paisajes más hermosos de esta república que es, además, el mayor archipiélago del mundo gracias a sus más de 17.500 islas. Pero el arroz es algo más para un país de alrededor de 280 millones de habitantes. Es su principal cultivo y su principal alimento, un básico en la cocina indonesia y una de sus exportaciones más importantes, teniendo en cuenta que son el tercer mayor productor de arroz del planeta. Su cultivo ocupa alrededor de 10 millones de hectáreas en todo Indonesia. A mediados del pasado mes de diciembre, el Gobierno ordenó al Ejercito que colaborara con los agricultores en la siembra de arroz para recuperar el retraso provocado por una grave sequía que ha reducido la producción. Tampoco ayudó el fenómeno climático del Niño, pero esperan poder cosechar para marzo o abril. Que así sea.