JUN. 09 2024 SALUD ¿Los hombres también sufren sesgo de género? En los dos artículos anteriores, la dietista-nutricionista de 7K se ha centrado en demostrar que existe sesgo de género a la hora de estudiar o tratar enfermedades que afectan a mujeres. Hoy aborda el tema con los hombres. (Getty) Xandra Romero En los dos últimos artículos hemos estado hablando del sesgo de género en investigación y práctica clínica, que prácticamente ha repercutido negativamente en la salud física y mental de las mujeres a lo largo de la historia. Poníamos sendos ejemplos como la patología que dio pie a replantearse este sesgo: el infarto de miocardio, donde históricamente se habían estudiado los síntomas únicamente en los hombres y, en segundo lugar, el síndrome de ovario poliquístico, enfermedad única de la mujer que tan solo lleva investigándose unos veinte años a pesar de ser la primera causa de infertilidad, por ejemplo. Seguramente muchos y muchas piensen que esto también les ocurre a los hombres. Y los ejemplos típicos suelen ser el cáncer de mama y los trastornos de la conducta alimentaria. ¿También los hombres se enfrentan a un sesgo de género? Veamos. El cáncer de mama en hombres es una enfermedad poco frecuente con una prevalencia del 1%. Esto significa que el riesgo promedio de los hombres de ser diagnosticados con cáncer de mama es de aproximadamente 1 de cada 1.000 (en comparación con 1 de cada 8 mujeres). Debido a esto, hasta hace poco la investigación y la divulgación dirigidas al cáncer de mama en hombres ha sido limitada de la misma manera que el tratamiento se ha basado principalmente en la adopción de prácticas clínicas desarrolladas para el tratamiento del cáncer de mama femenino. Aquí alguien dirá ‘¡sí hay sesgo!’, pero recordemos que su prevalencia es solo del 1%, por lo que tiene sentido que haya sido así. Igualmente, en Europa la prevalencia estimada en las mujeres de la anorexia nerviosa es de un 1-4%, la de la bulimia nerviosa es del 1-2% y la del trastorno por atracón, del 1-4%. En los hombres, la prevalencia de los TCA en general es del 0,3-0,7% y, por ejemplo, solo 1 chico por cada 9 chicas presenta anorexia nerviosa. En este caso, a pesar de ser una enfermedad que predomina en mujeres, por cuestiones neurobiológicas (hormonas) se ha estudiado y descrito hace tiempo que la manifestación de los síntomas de anorexia masculina son distintos. Por ejemplo, es mucho más frecuente la obsesión por el ejercicio físico, que suele ser el síntoma principal. De modo que, tanto los TCA -la anorexia nerviosa en concreto-, como el cáncer de mama masculinos tienen una baja proporción de casos, razones que justifican objetivamente una menor investigación, que no una menor/peor asistencia. Sin embargo, ser mujer es un factor de riesgo independiente que eleva la tasa de mortalidad por infarto agudo de miocardio en un 18% respecto a los hombres.