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KONTXAKO BANDERA 2024
Interview
ITZIAR EGUREN
PRESIDENTA DE DONOSTIA ARRAUN LAGUNAK

«Como deportista hubiera disfrutado mucho en una trainera»

Itziar Eguren está viviendo una temporada inimaginable hasta en sus mejores sueños. Las chicas de Donostia Arraun Lagunak, con su récord de victorias en la Liga Euskotren y su actitud, le han dado motivos para estar en una nube. Sincera y emocionada por un verano repleto de éxitos, hoy buscarán la guinda en la Bandera más deseada que ella conoce bien.

Itziar Eguren posa con el trofeo de la Liga Euskotren en el caserío Lugañene, la sede de Donostia Arraun Lagunak. (Jon Urbe FOKU | FOKU)

Las chicas de Arraun Lagunak han llenado de banderas el caserío Lugañene, tanto que hasta llevarlas se ha convertido en una tarea complicada. Bajarlas del caserío a la furgoneta, a través del balcón, para las celebraciones, es casi una actividad de riesgo. Lo sabe bien Itziar Eguren tras un verano en el que no logra desterrar la sonrisa de su cara. ¿Las responsables?, las remeras y las quince enseñas de la Liga Euskotren, a las que hay que añadir las tres correspondientes a los Campeonatos de Gipuzkoa, Euskadi y España, más otras tres, las preparatorias de invierno: la del Descenso del Oria, la del Descenso de Deustu, y la de Trainerillas de San Telmo en Zumaia. Para las ganadoras, todas cuentan, aunque unas más que otras. En total, 21. Alucinante, récord en el remo femenino. Hoy pueden conseguir la más deseada.

Sería su tercer doblete Liga y Concha. Lo decimos con la conveniente reserva. Esta entrevista se produjo días antes del comienzo de las regatas donostiarras y el deporte puede deparar sorpresas. La conversación transcurre en la redacción de GARA en Igara, donde la presidenta y delegada de Arraun comparece entre feliz y emocionada. De la calle Enbeltran, Eguren se declara koxkera y donostiarra, «no ñoñostiarra», matiza. A sus 51 años ha vivido y sentido muchas Conchas.

Aficionada desde siempre, pertenece a una de esas familias en las que las regatas de La Concha se viven intensamente. Siendo koxkera y proviniendo de familia getariarra vinculada al mar, siempre hemos disfrutado de estas regatas. El aita era de prismáticos y hamaiketako en el Castillo, comida con la cuadrilla en la Sociedad Aizepe y los días previos, en el poteo con los amigos, íbamos a ver cómo iban las apuestas en las pizarras del Bar Aralar. ¡Ah! y la mañana de regatas a Portaletas a oír a los corredores cantar: “Oriyok Zumayai 5 bayetz!!, San Pedrok San Juani 2 ezetz!!...”. La ama nos solía llevar a ver el escaparate donde se exponían la Bandera de La Concha y los trofeos. Para rematar, mi hermano Mikel ha remado en muchas Conchas: con Ur Kiroak, Arraun Lagunak, Hondarribi y Donibaneko. Estaba en Donibaneko con Juan Mari Etxabe [actual entrenador de las chicas de Arraun] cuando ganaron La Concha.

Sabe de lo que habla. Fue remera en banco móvil y hasta terminó cuarta en el Mundial de 1991. En juveniles de segundo año, habiendo ganado dos medallas de plata en el Campeonato estatal en 2X y 4X, Eugenio Fernández, seleccionador estatal en aquella época, me convocó para el Mundial que se celebró en Banyoles. ¡Remar un mundial en un 8+ y quedar cuartas! Casi hicimos bronce como el 8+ juvenil masculino. Una experiencia inolvidable para una chica de 18 años que entrenando sola en el skiff dos veces al día en el Urumea consiguió por méritos deportivos un cuarto puesto en aquel ocho.

Entonces las mujeres todavía no se habían incorporado al banco fijo. Era impensable a no ser que remaras el día de San Ignacio en la regata de las Bateleras en Pasajes San Juan o en la Regata de bateles del barrio de Loiola. Participé en ambas regatas. En 1999, mi último año como remera activa en competiciones, todavía las mujeres sólo podíamos competir en liga y campeonatos de bateles; nada de trainerillas y mucho menos en traineras. Las traineras femeninas son relativamente nuevas; este año celebramos la 17ª Bandera de la Concha, la 16ª Liga Euskotren e Ikurriña de Zarautz femenina y la 7ª Liga ETE.

Aún así pudo haber participado en alguna regata de La Concha, pero rechazó las dos oportunidades que se le presentaron: la primera en 2009, con aquella trainera de Ur Kirolak, porque la propuesta les llegó tarde y sin tiempo para entrenar y la segunda en 2014, coincidiendo con el 50º aniversario de Arraun Lagunak. Me pilló con 42 años, muchos años sin remar porque no había remo de ocio y conociendo la dureza del remo las lesiones no iban a perdonar. Irme a otro club como hicieron algunas compañeras de Arraun no era una opción por circunstancias personales y el proyecto de trainera unificada creada en 2008, tampoco contemplaba nada al respecto. Pero he vivido intensamente cada edición de La Concha femenina como aficionada y luego como delegada, viendo a algunos clubes y compañeras el esfuerzo que se ha hecho para llegar hasta donde estamos.

Está viviendo un hito, su trainera femenina ha conseguido su tercera Liga Euskotren y además casi imbatidas -una victoria de Tolosaldea en la segunda jornada de la Ikurriña de Zarautz que no sirvió para quitarles la bandera-. ¿Cómo ve este éxito sin precedentes en el remo femenino? Hemos hecho historia pero a las otras traineras las tenemos muy cerca. No esperábamos ganarlo todo. En la Liga nunca había ocurrido que un equipo se llevara todas las banderas. No nos podemos comparar a los equipos de hace seis años porque por segundo año consecutivo somos más y hay más regatas. Este año ha habido 16 regatas con 15 banderas en juego; ganar las 15 es un récord inédito y más difícil. El año pasado fuimos las primeras en ganar una Liga de traineras con ocho participantes y éste año esto. Una vez que hemos ganado la Liga, nos hemos centrado en La Concha.

¿Cuáles son las claves del éxito? Haber mantenido el bloque de remeras, al entrenador, al equipo Tierra, al preparador físico [Alberto Grijalba], al médico [Jacobo Vázquez]. Se está haciendo un trabajo muy bueno, en invierno lo dieron todo en unos entrenamientos durísimos y ya se ha visto en verano. Saben que si no se alimentan bien y descansan lo suficiente no funcionan. El pulsómetro dice como están. Les damos pautas que les permiten controlar la ansiedad del entrenamiento para qué estén a gusto mental y físicamente. Estamos gozando.

Y todavía pueden disfrutar más si logran el tercer doblete Liga-Concha. Esto es deporte y puede pasar cualquier cosa. Ojalá La Concha se quede en casa.

Jon Urbe | FOKU

El primer doblete fue en 2021. La pandemia obligó a celebrarlo en familia, digamos. Con el segundo triunfo en 2023 llegaron los recibimientos y su última Liga ha tenido una celebración completa. Poder celebrarlo en el Ayuntamiento con la recepción oficial y luego hacernos un pasillo en la Consti en el recibimiento de la Irrikitaldia de los Piratas con todo el mundo bailando y las chicas ondeando las banderas, kalejira por la Parte Vieja... eso es celebrarlo. Una locura bonita. La fiesta popular es la que te arropa, te anima. Esos gestos de los aficionados que les dicen a las remeras «buen trabajo». La espontaneidad es lo mejor, así que todas felices.

Se animó hasta con los bertsos. En la ikastola Orixe nos enseñaron bertsolaritza y, aunque con algún poto, me animé. Ayuda escuchar a Laboa y a Lete, que dicen todo de una manera tan sutil. Como tenía cosas que pedir y hay cosas que mejorar, las coplas lo bueno que tienen es que se dicen muchas cosas sin dejarlo todo bien claro y la gente lo entiende. Es una manera más poética para decir lo mismo. No sé si Eneko Goia pensará lo mismo.

¿Qué le dijo? Me dirigí a la ciudad, ofreciéndoles lo que habíamos ganado, 14 banderas y una ikurriña, la de Zarautz. Animé a las chicas llamándolas «Pottoka basatiak», [en referencia a Potra Salvaje, una de las canciones del verano]. Incluí que la normativa, el dinero, y la historia no son iguales para todos y que necesitaremos un estrobo nuevo hecho con deportividad. Después me puse la txapela del aita para cantar un último bertso, fue de agradecimiento a patrocinadores, los socios del club, los amigos, las familias, las parejas... que tienen que aguantar mucho: nuestras ausencias, nuestros enfados, estar con la cabeza en otra cosa, no atenderles y aún y todo están ahí aplaudiendote. Es tal el sacrificio que hace una remera o un remero, me da igual el género. Josetxo, mi pareja, me dice que lo llevo en vena.

Aunque luego te lleves palos por todas partes, somos voluntarios, pero si lo eliges es para llevarlo lo mejor posible. Un club no es solo la trainera, tiene la cantera que es lo que más te cuesta. Es un deporte de equipo, en el pack también están los padres. El remo es muy sacrificado a la vez que agradecido.

Pero también hay grandes momentos. Como deportista hubiera disfrutado mucho remando en una trainera. Y más en esta con un buen equipo y buenas relaciones. Es un equipo muy compacto, en el que se ayudan y hay mucha complicidad. Esta temporada se pasan el día cantando. Me dan envidia sana. Eso hace que el equipo crezca de otra manera.

Y eso que las mujeres siguen sin poder vivir del remo. Es complicado y más en chicas. Para dar ese salto, que sí lo hemos mirado en el club, necesitamos un soporte mayor que el que tenemos. Es uno de nuestros objetivos.

¿En qué trabajan las remeras de la Lugañene? Una es asistente social, dos enfermeras, una médico, otra estudiante de Medicina, una encargada de sección de Decathlon, una carpintera, una protésico dental, una que trabaja con chavales en un grupo de tiempo libre, otra en un bar, otra en la recepción de un hotel... Las que trabajan a turnos alguna vez han venido a entrenar hasta de gaupasa.

¿El remo femenino va dando pasos? Sí, pero se cuestiona todo. Hay gente muy maliciosa. Remamos menos distancia que los chicos, aunque en el Campeonato de España demostramos que podemos remar lo mismo sin ninguna complicación. En La Concha también podríamos remar las 3 millas náuticas, aunque lógicamente lo haríamos en más tiempo. Luego te ponen la coletilla de «los mismos premios, pero reman la mitad». Habría que preguntarse ¿por qué remamos la mitad? Otra cosa es que quieran ese formato o no lo quieran, que sea atractivo o no. Igual para que las regatas sean más atractivas, ellos podrían remar la mitad.

Andoni Canellada | FOKU

Aunque cada vez hay más mujeres en otros ámbitos del mundo del remo: directivas, juezas, ¿quién corta el bacalao? Ahora hay más equipos femeninos pero hay cosas que todavía no han cambiado. Nosotras somos socias de ETE (Emakumezko Traineruen Elkartea). La ACT la forman los doce clubes masculinos. Los clubes femeninos competimos como invitadas por lo que no tenemos presencia en las asambleas a no ser que tengan la representación masculina.

Seis veranos de presidenta de Donostia Arraun Lagunak, mujer pionera en ostentar este cargo en el remo de Euskal Herria. ¿Cómo lo lleva? Lo de ser presidenta de por vida, no es el sueño de mi vida. A mí me gustaría que fuera rotatorio porque al final es un trabajo bonito pero exigente. Me gustaría que alguien en el club que tenga ganas, me relevase. Yo seguiría trabajando para el club. También está el tema de que sé que no soy del agrado de mucha gente. Por mi forma de expresarme, de hacer las cosas, de actuar. ¿Igual si yo me retiro podríamos conseguir más cosas? Si soy yo el problema para no tener nuevas instalaciones, de que no seamos un club muy querido, de que molestemos, pues igual se tiene que poner otra persona, que tenga otro perfil, otra manera de actuar y yo seguiría haciendo otras cosas. El tema del voluntariado cuesta, eso ocurre en todos los clubes. La persona que te dice que te va a ayudar igual cuando la necesitas no puede. Además, el remo veterano cada vez está cogiendo más fuerza y tienen que entrenar, descansar, tener su dedicación y atención a la familia, atender sus compromisos. Ya no disponen de ese tiempo que antes dedicaban al club. Me parece muy bien, tienen todo el derecho a competir, pero ya no existe el relevo de antes. Eso está ocurriendo en todos los clubes.

Además ejerce de delegada. Sí, pasas muchas horas en reuniones, aunque la tecnología ayuda. Cada competición tiene una normativa, hay que hacer mucho papeleo. Es importante tener un buen equipo Tierra. Conmigo están José Ramón Esnal, anterior presidente de Arraun y ex presidente de la Federación Guipuzcoana; Luis Fernández, un directivo-chofer, nos repara los golpes y hace unas proas super bonitas y Antxon Gómez, también chofer, que se encarga del mantenimiento de casi todo. Son muy buena gente.

¿El proyecto de Arraun va calando? El proyecto de Arraun estaba previsto a cinco años vista y, ahora en su décimo año, fíjate lo que hemos conseguido. No hay que medirlo todo por las victorias, sino por el proyecto humano. Gente de otros clubes nos ha dicho que somos su ejemplo. Y eso que en su momento hubo quienes nos quisieron anular.

Hace un tiempo me dijo que el remo de banco fijo no es un mundo fácil para las mujeres, por lo menos como presidenta y delegada que es su caso. ¿Ni siquiera después de las grandes victorias? Me considero una persona afortunada y privilegiada porque el 2021 anuló mucho de lo malo anterior, y aunque no sea una presidenta altamente cualificada, sé que no soy perfecta pero también he visto que nadie lo es. El haberme rodeado de excelentes personas, proyectos muy ambiciosos y alcanzables y de la mayor de las ilusiones han hecho que a la Eguren y al Arraun se le tengan que empezar a escuchar y a respetar. No es fácil, porque las mujeres somos, actuamos y nos expresamos distinto a los hombres y hasta que no me han conocido ha habido episodios que me han hecho cambiar de caminos a recorrer, cerrar algunas puertas o sentirme ignorada. Pero las victorias han obligado a tener que ser recibida en diferentes foros, reuniones y llamadas telefónicas que espero que ayuden en el futuro. Creo que habrán servido para destapar muchas de las falsas creencias que había sobre mí, sobre nuestro club y sobre nuestro proyecto de trainera femenina. El tiempo lo dirá.

Jon Urbe | FOKU

Ustedes apostaron por las mujeres, no hay trainera masculina de Arraun en primera categoría. ¿Han pensado en formar una? Sí, lo hemos pensado. En el club tenemos gente suficiente pero los remeros son más de banco móvil. A algunos no les va la trainera. En su momento se intentó y es verdad que algunos de nuestros remeros reman en traineras de otros clubes. Es cierto que una trainera masculina requeriría otro equipo tierra, otra economía... Lo que no vamos a hacer es empezar una trainera trayendo gente de otros clubes. Habría que empezar en la ARC2.

¿Cómo se financian? La mayor parte por los patrocinadores, tenemos sponsors muy fieles que llevan desde el principio. Cuando un proyecto funciona y tiene más reconocimiento es más fácil atraer anunciantes. Todo ha encarecido, tenemos más regatas, más viajes, pero afortunadamente nuestros sponsors sobre todo ven el lado humano. Tenemos Izan Lagun, que por 50 euros al año nos ayudan y se agradece; se sienten partícipes de un proyecto porque lo son. Luego están las ayudas institucionales. En el Ayuntamiento de Donostia, después de haber ganado la primera Concha y la primera Liga, nos empezaron a dar algo, muy por debajo de lo que asignan a Donostiarra. Este año se ha aumentado la dotación, también por debajo de Donostiarra. Hay una ayuda de Diputación, que habría que actualizar, la cual se reparte a partes iguales entre las traineras guipuzcoanas de máxima categoría. Las cábalas que hay que hacer para no endeudarnos con ningún proveedor son importantes, pero somos un club que siempre nos hemos unido también en esto.

Y a nivel de infraestructuras, ¿qué tal están? Con unas instalaciones cuidadas y mantenidas por los socios pero obsoletas. Presentamos en el Ayuntamiento un proyecto para Martutene y Txomin, allí no hay instalaciones deportivas. Queríamos un club de remo abierto a la sociedad desde el que se pueda interactuar con los vecinos. El proyecto es muy bonito pero se ha quedado en el cajón. Ojalá lo saquen porque el foso donde aprenden los chavales a remar es un foso vintage. Es el mismo de cuando yo vine en 6º de EGB. Ha ocurrido que cuando lo ven los padres no traen a sus hijos.

Como es sabido, Arraun se tuvo que inscribir en la clasificatoria mientras que Donostiarra entró directamente. Cambiaron la normativa para que sea así y como consideran que Arraun se fue del proyecto “unificado” entre comillas, nos toca disputar la clasificatoria; nos repiten: «si ya vais a entrar». Sí, pero tenemos que pasar el filtro y puede pasar cualquier cosa. Confío en que se solucione. Parece que algo se empieza a mover.

¿En su vida hay algo más que remo? Me gusta ir al monte, aunque a los perros los tengo abandonados, hace tiempo que no me sacan a pasear. Me gusta mucho leer. Y hacer cursos para solucionar mis carencias, como el que nos dio Diputación para tener mejor base y podernos mover en este mundo masculino a mujeres que ocupamos cargos en entidades deportivas.