Una jornada con mucho en juego

Los cuatro primeros clasificados se enfrentan entre sí: Bera Bera visita al Elche (18.00) mientras At. Guardés recibe al Rocasa (20.00).

La visita del líder Bera Bera al cuarto clasificado, el Elche –el único rival que ha ganado a las donostiarras en lo que va de Liga–, junto al partido que enfrentará al Rocasa (2º clasificado) y At. Guardés (3º) en Galicia (26-23 en la primera vuelta en Canarias), convierten la 20ª jornada que se disputa esta tarde en crucial para la pelea por el título liguero. El Elche-Bera Bera se jugará primero (18.00, Fdez. Molina y Murillo –Andalucía–, retransmitido en directo por streaming en la web de la Federación Española) y el At.Guardés-Rocasa arrancará dos horas después (20.00), conociendo el resultado de la pista alicantina.

Bera Bera sigue con su particular ascenso al Everest, en forma de aumento gradual de la dificultad de sus desplazamientos. El de hoy a Elche tiene además una carga añadida, porque la peculiar pista de El Carrús se le ha atragantado mucho en los últimos años. Hasta cinco derrotas consecutivas desde 2008 acumulaba cuando se presentó en la localidad alicantina hace casi exactamente un año, y al fin conseguían romper la racha negativa para imponerse por 19-28.

Entonces la victoria era importante para mantener una cómoda ventaja de cuatro puntos ante el Rocasa, y esta tarde lo será aún más porque los márgenes son mucho más estrechos. Montse Puche y Tati Garmendia, que se sentarán en el banquillo, han podido recuperar a Elorza y Martínez, que no pudieron jugar ante el Valencia en Zarautz, y Etxeberria se encuentra en mejores condiciones físicas tras haber disfrutado de unos días de descanso en este último parón.

Enfrente tendrá un rival que pelea por la cuarta plaza y cuenta con varias veteranas de nivel como su portera Trigueros (ex de Bera Bera), la polivalente croata Popovic, la central paraguaya Faría o la extremo zurda danesa Tobiasen –que es duda por problemas físicos–, aunque perdió por lesión en la Copa a Musons, una lateral que siempre ha hecho mucho daño a Bera Bera con su velocidad y movilidad (marcó 9 de los 24 goles de la derrota en Bidebieta en la primera vuelta), y la israelí Dunay tampoco parece atravesar su mejor momento. Se alineó renqueante hace dos jornadas ante el Rocasa y no pudo marcar, y hace 15 días ni siquiera se desplazó a Barakaldo. En Donostia destacó marcando 6 goles (entre ella y Musons hicieron 15 de los 24 goles del Elche) y, si no logra reponerse, José Ignacio Prades deberá presentar un equipo bastante diferente al que sorprendió en Bidebieta en la primera vuelta.

Con los problemas de lesiones en su primera línea, Prades ha optado por jugar en ocasiones con tres jugadoras definidas como pivotes –Popovic, Vicente y Anna Pi–, aprovechando su experiencia y fortaleza física, aunque la croata se adapta también a jugar como lateral izquierda si es necesario. Junto a ellas, varias juveniles van cobrando protagonismo, sobre todo su extremo izquierda Laura Hernández.

Difícil salida para Zuazo

Hace dos meses que Zuazo no obtiene un resultado positivo. Desde que ganó en Córdoba el 7 de febrero ha encadenado cinco derrotas consecutivas, su peor racha negativa desde su regreso a la División de Honor hace tres temporadas. Y hoy no lo tiene fácil en su visita al Aula Cultural (17.45, Fernández –Asturias– y Martín –Castilla y León–), un rival que tras pasar un bache parece recuperado y en la pasada jornada estuvo a punto de sorprender al Rocasa en Canarias. Los antecedentes entre ambos equipos no pueden ser más igualados: se ha enfrentado tres veces en División de Honor, con un empate a 24 en Valladolid el año pasado, y una victoria cada uno en los dos partidos en Barakaldo, ambos con el mismo resultado. 26-30 ganaba el Aula en la pasada Liga, y 30-26 Zuazo en la primera vuelta de esta.

El Aula Cultural está metido en la pelea por la cuarta plaza con el Elche y Alcobendas, y en su plantilla destacan la portera Guerra y las goleadoras Fernández y González de Garibay, aunque dispone de una plantilla larga y homogénea que le permite mantener un ritmo alto de juego durante los 60 minutos.