Naturalmente, bastante tienen tanto Saski Baskonia como Gipuzkoa Basket con sus propios problemas como para preocuparse de las cuitas que afectan a sus vecinos. Pero lo cierto es que en sus respectivos partidos de hoy en Fuenlabrada y Badalona, gasteiztarras y guipuzcoanos podrían hacerse un favor mutuo en caso de ganar. Huelga decir que desde Bilbo también animarán a GBC.

Por estricto orden cronológico, Laboral Kutxa Baskonia es el encargado de abrir fuego entre la representación vasca de la Liga ACB Endesa. Los de Ibon Navarro visitan a partir de las 20.00 –emitido por ETB-4– una plaza otrora complicada como el Fernando Martín de Fuenlabrada, con la idea de vérselas con el colista de la competición.

Colista, sí, pero con la moral renovada tras su agónica victoria en Illunbe, mientras que la escuadra baskonista espera seguir su escalada en pos de la cuarta plaza el día del debut de Scotty Hopson, y 24 horas después de que Davis Bertans se operase de la rodilla en San Antonio.

«Sabemos que va a ser difícil, porque ellos, después de su victoria ante Gipuzkoa Basket, ven la luz y se agarrarán a eso. Pero nosotros también nos estamos jugando mucho», advertía en la previa Ibon Navarro. Por ello, el técnico gasteiztarra espera que los jugadores se conciencien sobre la dificultad de jugar a domicilio y en una cancha que históricamente se le ha dado mal.

«Los que saben lo que es Fuenlabrada han transmitido al resto lo que nos vamos a encontrar allí», aseguraba, antes de partir hacia Madrid y realizar un último entrenamiento en el Fernando Martin, «porque creo que es bueno para quienes no conozcan la cancha que se hagan una idea de lo que nos espera».

Paralelas malas rachas

A partir de las 20.30 –emitido por Orange Arena; esto es, que solo se podrá ver por Internet– Gipuzkoa Basket visita la cancha del Joventut. Ambos conjuntos viven un mal momento, ya que encadenan un buen número de derrotas. Pero mientras que la escuadra verdinegra lucha por asegurar un lugar en los play offs, los de Jaume Ponsarnau han visto que el descenso se les ha puesto a una única victoria.

Badalona no es mala plaza para los donostiarras, ya que saben lo que es ganar allí, pero lo cierto es que sus cinco últimas derrotas han sembrado de dudas su camino. «Hemos perdido una final», reconocía el domingo pasado el técnico donostiarra. «Cuando pierdes una final hay que digerirla, porque nos quedan cinco finales más por disputar», añadía.

Con el poso que dan los días, Ponsarnau miraba el lado bueno de su situación. «Nuestra salvación depende de nosotros», recordaba.