Donde el juego pierde su nombre
Violencia en el Torino-Juventus, Estrella Roja-Partizan, apedreado el Fenerbahce, Lopetegi y Joge Jesús separados sobre el césped...
El Bayern de Pep Guardiola es ya campeón de la Bundesliga, tras ganar y perder el Wolfsburgo, el Chelsea de Mourinho salió indemne de su visita al Emirates y tiene la Premier League a punto de caramelo, la Juventus tropezó en el derbi turinés ante el ‘Toro’ –primera victoria granota en ¡veinte años!– a pesar del enésimo golazo de Andrea Pirlo pero anoche tenía la oportunidad de repetir Scudetto... Y en la liga argelina 14 puntos entre el líder y el colista a falta de cinco jornadas... Una semana después casi todo sigue igual, como no cambia por desgracia la otra cara de este deporte de masas, trufada de indeseables que enturbian lo que en el fondo no es sino un juego, prostituido sí, cada vez más, por intereses economicistas, pero un juego al fin y al cabo. Como decía Camilo José Cela, «el fútbol embrutece solo al que ya viene bruto de su casa».
«El Estrella Roja es mi vida, no importa nada más» o «Daría mi vida por el Partizan» son algunos de los cánticos que resuenan en las gradas en cada edición del clásico de Belgrado. Dos estadios separados por solo cien metros, odio desbocado entre los dos equipos de la capital serbia, el ‘derbi eterno’, el Večiti Derbi, los Delije (héroes) del Estrella Roja y los Grobari (sepultureros) del Partizan. Desavenencias políticas, sociales, dos ideologías contrapuestas que chocan desde su nacimiento, hacia 1945, uno alumbrado en el seno del Partido Comunista, el otro parido en los cuarteles del Ejército. Y la guerra volvió a desatarse este fin de semana en el derbi más caliente de toda Europa: con casi una hora de retraso, bengalas, peleas, más de treinta policías heridos, una veintena de detenidos... Imágenes deplorables como las que acontecieron en otro derbi, el de Turín, Torino-Juventus, autobús de las ‘cebras’ atacado, una docena de heridos por una especie de ‘cartas bomba’... Calcio dantesco.
Dantesco una vez más lo que le ha sucedido a los ‘canarios’ del Fenerbahce, el club que nació en 1907 de la clase trabajadora y en medio de la clandestinidad, tiroteado su autobús hace unas semanas, atacado este fin de semana con piedras por varias decenas de seguidores del Bursaspor. Ganar la liga turca no, salvar la vida a este paso.
En la Liga Sagres se dirimía esta jornada un Porto-Benfica en todo lo alto de la tabla. Y como suele ocurrir en estos casos, un empate sin goles, sin juego y solo emoción, pero que acabó con los entrenadores de ambos cluves, Julen Lopetegi y Jorge Jesús, enzarzados y separados para no llegar a mayores. Días atrás, el segundo llamó al vasco «Lopotegi» después de que este se quejase de los arbitrajes, y en febrero pasado el guipuzcoano llegó a responder al luso en latín, al hilo de otro cruce dialéctico entre ambos, «excusatio non petita, culpabilita manifesta», fueron sus palabras textuales.
Este fin de semana, acabado el duelo, Lopetegi se acercó a saludar a su rival e intercambiar palabras con él, pero finalmente tuvieron que ser separados. «Es la adrenalina de un partido que terminó», lo zanjó luego el entrenador portugués. Dicen que el vasco le dijo al oído: «Si vuelves a cambiar mi nombre, te doy un puñetazo». Las ‘Águilas’ son líderes, con tres puntos de ventaja sobre los ‘Dragones’, y con aún doce puntos en juego.
¿Aburrido el Chelsea?
Trece puntos es lo que puede sacar el Chelsea este miércoles al City, de nuevo segundo, si gana al Leicester en partido aplazado. Los Blues visitaban al Arsenal y salieron vivos, empate a cero, y la grada Gunner cantó contra el rácano juego de los líderes –sus últimos 11 partidos en Premier han dejado 7 victorias por la mínima y 4 empates–, que están sacando chispas a su gran primera mitad de liga.
«¿Aburrido el Chelsea? Lo aburrido es no ganar una Premier en 10 años», se soltó el pelo José Mourinho con un dardo envenenado a Arsene Wenger, quien había dicho en la previa que «defender es muy fácil», en referencia al estilo que suele utilizar el Chelsea para sacar adelante sus partidos. «No es fácil defender. No es fácil. Si fuera fácil, no habrías perdido 1-3 con el Mónaco en casa. Si hubieras defendido bien contra el Mónaco, el partido habría acabado 0-0 y hubieras ganado en Montecarlo. Así que no es tan fácil defender», replicó el luso. Al final, lo dicho, igualada sin goles. Como diría Angel Cappa, otro entrenador metido a filósofo, o al revés, «es más fácil imitar al que juega mal, al que marca, al que corre. Es más fácil imitar a Grecia campeón de la Eurocopa 04 que a Holanda del 74». Es más fácil y, en palabras del capitán blue, John Terry, más práctico. «La posesión y el fútbol bonito no gana títulos», reflexionó tras escuchar cánticos de «aburrido, aburrido» al juego de su equipo.
Tampoco bostezaron en el viejo Comunalle de Turín. Tras los incidentes previos, en la calle y en las gradas, el Torino ganó a una Juventus con unos cuantos suplentes en el once. La ciudad lo festejó por todo lo alto, el equipo más querido del país derrotó al más odiado, por fin, dos décadas más tarde, y con gol de un exjuventino entrado en años, Quagliarella, y es que ya saben, el Calcio es país para viejos: Luca Toni, 37 años, nunca nos cansaremos de repetirlo, volvió a hacer doblete, suma 17 goles y amenaza con repetir los 20 del curso pasado.
Hambre eterno que reclamaría Marcelo Bielsa para sus jugadores. 3-5 en el Velodrome ante el Lorient, cuarta derrota consecutiva del Olympique de Marsella, que cae al quinto puesto y se aleja de la Champions y Europa.
El que fuera técnico del Athletic y hoy comentarista, el ‘masote’ Luis Fernández lo ha resumido así: «Soy defensor del fútbol, no de Marcelo Bielsa. Soy un analista del fútbol con legitimidad. Los problemas del OM comenzaron en enero. Es cierto que Bielsa está equivocado, que es el responsable de la situación: sus marcajes individuales, sus cambios de sistema... Los jugadores están cansados porque tiene mucho trabajo, y algunos dicen en las ruedas de prensa que trabajar con Bielsa es agotador. ¡Pero en el deporte de alto nivel hay que trabajar! Imagínate que un trabajador que se levanta a las siete de la mañana dijera que hace lo mismo todos los días en la fábrica». Y luego añadió: «Bielsa no se merece esto, y esos jugadores no se merecen a Bielsa. Claro que ha cometido errores, pero después de cada partido asume su culpa. Otros sí se lo han merecido. Ya conocemos el recuerdo que dejó en Bilbao, en Chile y en Argentina; por todos los sitios por los que ha pasado».
El OM ha perdido fuelle y ya es quinto, en una liga francesa liderada ahora por un PSG que, según revela ‘‘L´Equipe’’, planea dar la baja a Zlatan Ibrahimovic este verano y abonarle los 15 millones que le restan de contrato. 12 millones anuales es lo que, se cuenta, ofrecen los parisinos al juventino Paul Pogba, el triple de lo que cobra en Italia.
El jugador más pretendido se mediría al nuevo equipo de Ligue 1, el Troyes, fundado en 1986, y que se unirá en las máximas categorías europeas al modestísimo Carpi, el 64º equipo –3 millones de presupuesto y un estadio de solo 4.000 espectadores– que debutará en la Serie A italiana. Le llaman el ‘club de los milagros’, propiedad de empresarios locales del sector de la moda. Como milagro el de un Bournemouth que ha pasado de pedir limosna en 1997 en una plaza para salvar la entidad a ascender ahora a la Premier. Como alguien dijo, la pelota es redonda y hay dos porterías, a partir de ahí, sueña. Es un juego.