Mondo cane

Después de la tragedia en Nepal, o en medio de ella, llega el caos, como suele muchas veces suceder. Los medios de comunicación enfocan hacia Katmandú, la capital, como es normal por el número de víctimas y la facilidad de comunicaciones. Luego está el Everest, que, claro está, es un gran foco mediático, pero si uno ha viajado por las montañas del país, se pregunta que habrá pasado en esos centenares de pueblitos diseminados por sus abruptas laderas, imaginándose lo peor. Zonas como la de Pokhara y Annapurna no parecen haber sufrido tanta destrucción, dicen, a pesar de estar más cerca del epicentro que la zona de Khumbu y Everest (caprichos de las placas tectónicas Euroasiática e India). Agencias de trekking indican que la mejor manera de ayudar al país es no renunciar a los treks previstos en esas zonas no tan castigadas, lo que se compatibiliza mal con las noticias de caos en el aeropuerto de llegada y lo que supone de sobrecarga para las escasas infraestructuras y servicios que han sobrevivido. Tema discutido: Alguna expedición comercial, todavía en el campo base del Everest, parece estar a la espera, y presionando, para que se les proporcione helicópteros para portear cargas encima de la cascada de hielo (impracticable) y poder continuar con la ascensión. Que cada cual saque sus conclusiones.