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Aldarricatuz: Països Catalans, realidad de un país más alla del Principat

El proceso soberanista catalán, «el tema» en mayúsculas, ha acercado la realidad política del Principat a Euskal Herria. Sin embargo, la idea de Països Catalans queda lejos para muchos. Por ello, un grupo de catalanes residentes en Euskal Herria ha creado Aldarricatuz.


No somos Catalunya, somos Països Catalans. Somos un pueblo que va de Salses a Guardamar y de Fraga a Maó». Esta es la idea y el objetivo con el que nace Aldarricatuz. Una plataforma creada por jóvenes procedentes de distintos puntos de los Països Catalans que han observado un vacío en los conocimientos sobre el país más allá de lo que ocurre en el Principat y su proceso. Y subrayan que se trata de «su» proceso. Enmarcados dentro de la izquierda independentista catalana, apoyan dicho proceso soberanista, pero se muestran críticos con él. «Es el proceso de la burguesía catalana».

Entienden que a estas alturas el foco esté situado sobre el Principat, por lo que mediáticamente supone y la importancia del momento que vive. Sin embargo, forman parte de un todo junto al País Valencià, Illes y Catalunya Nord, muchas veces olvidados. «Entendemos nuestro país como una unidad geográfica, lingüística y cultural que cuenta con realidades distintas».

En este camino de dar a conocer la realidad del país, una decena de catalanas y catalanes residentes en Euskal Herria han conformado la plataforma. De hecho, la semana pasada llevaron a cabo presentaciones en Gasteiz y Bilbo y esperan poder hacer lo mismo próximamente en Iruñea y Donostia. «En el marco del internacionalismo, vemos una necesidad de apoyo y conocimiento mútuo», explica Jordi Estivill en la capital bizkaitarra.

Junto a él participaron el mallorquín Àlvar Hervalejo y la brigadista vasca Alazne Lete, que el año pasado pudo conocer y comparar el contexto sociopolítico del País Valencià y el Principat de Catalunya. En este camino pudo observar similitudes con lo que viven la CAV y Nafarroa. De hecho, uno de los máximos exponentes del caído régimen navarro se resume en la frase «¡que vienen los vascos!». Pues bien, cambien vascos por catalanes.

Fronteras y enemigos internos

Esta frase, fomentada junto a la separación del país en distintas comunidades autónomas con la prohibición expresa de unirse y sin nada semejante a la disposición transitoria cuarta, tiene por objeto evitar que la idea de Països Catalans cale en las sociedades de los distintos territorios. Pese a ello, Hervalejo recuerda que tanto la izquierda valenciana como mallorquina tienen una amplia tradición catalana.

De esta forma, existe un marco cultural común aceptado, en mayor o menor grado, por gran parte de la sociedad. El joven de Palma, remarca que «incluso el PSOE reconoce» este lazo común. En su caso, desde el punto de vista social, hace hincapié en los puntos peculiares que emanan de la insularidad. A las fronteras que genera el Estado español se suman las fronteras naturales que provoca el mar y reconoce que «no existe sentimiento de Illes». Cada uno tiene un sentimiento de pertenencia a la isla que habita, pero no existe un conjunto.

Pese a ello, la fuerza común en Països Catalans es la lengua. Frente en el que también ha querido hacer mella el Estado español, señalando de manera compulsiva que el valenciano o el mallorquín eran distintos al catalán. Siguiendo esta línea, hace dos años le pusieron un cuarto nombre a la lengua catalana. Los catalanoparlantes de la Franja de Ponent vieron como el PP aragonés se inventaba una serie de siglas (LAPAO) con el fin de destruir nexos. Y no les faltaban motivos, ya que desde Aldarricatuz afirman que «la lucha que se ha llevado a cabo en torno a la lengua ha sido el motor del cambio en las islas y el País Valencià».

De hecho, volviendo a las Illes, la lengua es un instrumento común de gran parte de la sociedad y en ello el sistema educativo ha resultado primordial. Sabedores de su peso, los ataques han sido incesantes lo que produjo grandes movilizaciones al inicio del curso pasado, declarándose una huelga en educación que se alargó durante semanas.

La obsesión por acabar con cualquier tipo de proyecto que englobe a los Països Catalans llevó al PP de Mallorca a trasladar al Parlament una propuesta no de ley que decía «los Països Catalans no existen y las Illes Balears no forman parte de ningún País Català». El PP se quedó solo en la votación y Hervalejo remarca que «ni siquiera contó con el apoyo del PSOE».

Pero no todos los ataques llegan desde el Gobierno español y sus delegados. La plataforma recuerda que el Estado francés hace mucho más que comenzó a tratar de borrar cualquier atisbo de identidad catalana en Catalunya Nord. Sin embargo, quizá los ataques menos visibles se están produciendo en el proceso que ha comandado CiU. «Lo han reducido al Principat, nadie ha invitado al resto».

extender redes

Ante el panorama abierto, entienden indispensable que, lleve el rumbo que lleve la situación aactual de Catalunya, el internacionalismo no olvide a Catalunya Nord, Illes y País Valencià «en un verdadero proceso de liberación nacional». Y en este sentido trabajará Aldarricatuz.

Una vez hechas las presentaciones, toca seguir dando pasos y extender redes con los movimientos sociales y populares de Euskal Herria, para manter vivos los lazos entre dos pueblos y luchas con sus diferencias y muchas comparaciones. «El cambio político, social, anticapitalista y feminista va a llegar desde el marco de Països Catalans y no mediante los pasos que está dando la burguesía catalana».