Foz de Lumbier: preguntas sin respuesta oficial
Cuando han pasado veinticinco años de los sucesos de Irunberri, las familias de Susana Arregi, Jon Lizarralde y Germán Rubenach siguen con la esperanza de conocer la verdad de lo sucedido a orillas del río Irati. Las preguntas son muchas y las sospechas también. La versión oficial de los hechos ofrecida por el entonces Ministro del Interior español Sr. Corcuera no les convenció, como tampoco lo hizo a muchos responsables políticos de la época ni a gran parte de ciudadanía.
Señorías, no vengo a demostrar la inocencia de la Guardia Civil, esta la supongo, como corresponde a un estado de Derecho. Serán los que opinen lo contrario quienes deban aportar las pruebas necesarias, eran las palabras expresadas por el ministro en su comparecencia parlamentaria en Madrid para ofrecer explicaciones, con una versión oficial de los hechos que fue necesario rectificar en varias ocasiones. Pero el ministro encontraba el respaldo del Director General de la Guardia Civil, Sr. Roldán, de quienes con posterioridad hemos conocido otros célebres acontecimientos en el ejercicio de su cargo.
Eran tiempos del Pacto de Ajuria Enea y de Iruñea contra el terrorismo, del fin de las negociaciones de Argel, de PNV y PSE en Lehendakaritza, con Ardanza dudando de la versión oficial y Jáuregui exigiendo rectificación por esa crítica, y de Urralburu en el Gobierno de Navarra animando a insultar públicamente a los abertzales.
Aquellos sucesos dieron origen a una investigación judicial cuyos resultados y evidencias pusieron en duda la pretendida versión oficial y acrecentaron el temor sobre lo ocurrido, dejando numerosas preguntas sin respuesta oficial.
El sumario ordinario 1/1990, tramitado por el Juzgado de Instrucción de Agoitz y dirigido por la juez Mª Jesús Erroba Zubeldía, inició una dura y complicada investigación hasta que se lo permitió la Audiencia Nacional y reclamó la competencia para su desarrollo desde el Juzgado Central de Instrucción nº 4, a cargo del juez Carlos Divar Blanco. Y se obtuvieron evidencias que, todavía hoy, golpean a sus familias en la demanda de reconocimiento, verdad y justicia, tal y como se expresa en leyes posteriores aprobadas en 2011, 2013 y 2015 sobre Memoria, Víctimas y Protección Integral, que buscan respeto, apoyo y reparación para todos.
Hoy las preguntas sin respuesta oficial siguen abiertas.
1.- ¿Quién disparó a Susana, Jon y Germán?
Nos dijeron que fueron encontrados en el interior de la Foz con disparos en la cabeza causando heridas mortales de necesidad, si bien uno de ellos pudo superarlas.
La Audiencia Nacional condenaría a Germán como responsable de la muerte del sargento de la Guardia Civil y, a su vez, le absolvió de la acusación que le realizó el fiscal y pretendía atribuirle los dos disparos en la cabeza que acabaron con la vida de Susana, e incluso del disparo que él mismo recibió, señalando que «no se ha acreditado ni constatado cómo se produjeron las heridas causantes de las muertes de dichas personas, ni las graves lesiones sufridas por el procesado, causantes de las graves secuelas que le han quedado, ni que hubiera acuerdo entre ellos para suicidarse, en el supuesto de ser rodeados por la Fuerza Pública. (...) El Tribunal ha llegado a la expresada conclusión absolutoria, ante la falta de solidez, concordancia y seguridad del material probatorio» que fue utilizado por el fiscal en su acusación.
Pero la Audiencia Nacional no continuó investigando quién disparó contra ellos. Ni siquiera tras recibir el informe del Instituto Nacional de Toxicología en cuyas conclusiones sobre los análisis de pruebas de convicción para determinar la muerte de Jon Lizarralde afirmaba que «existe coincidencia entre las diatomeas visualizadas en el agua (del río Irati) y las muestras estudiadas (pulmón, sangre, contenido del estómago y costilla) y, por lo tanto, los resultados obtenidos son compatibles con una muerte por sumersión al existir restos y evidencias en órganos de gran circulación».
Por si esto fuera poco, el Guardia Civil de los GAR que declaró haber descubierto y detenido a Germán hacia las 20.45 horas del día 25 de junio declaraba públicamente en prensa, con rotundidad, que «este tío no intentó suicidarse, él quería vivir, pero le habían pegado un tiro». Además, contó que en el momento de la detención le había preguntado si Heavy (Jon Lizarralde) estaba abajo (en la orilla del río) y contestó afirmativamente. No era capaz de articular frases pero respondía bai en euskara, cuando quería decir que sí.
¿Por qué se dijo oficialmente lo contrario y que los cuerpos sin vida de Jon y Susana fueron hallados al día siguiente? Quizás la prueba concluyente de la veracidad de este relato sea la condena a un mes de arresto impuesta a este guardia civil por sus superiores y ratificada dos años después por el Tribunal Supremo desestimando sus recursos «como responsable de una falta disciplinaria grave debido a sus interpretaciones personales sobre aquél suceso».
2.- Detenciones y hallazgos en días posteriores.
Una nueva pregunta asalta a las familias: ¿de dónde obtuvo la Guardia Civil la información que le llevó a realizar un operativo con detenciones, huidas, registros de viviendas, hallazgos de materiales diversos y localización del zulo utilizado para el secuestro del industrial Sr. Villoslada, en los días posteriores a estos sucesos, y en localidades navarras tan diversas como Irunberri, Kadreita, Tafalla, Lekunberri e Iruñea?
En el sumario quedó reflejado el escaso material y efectos que les fueron ocupados en la Foz, ropa, alimentos y un arma con munición a cada uno, pero nada más referido a notas, informaciones, direcciones o personas, y así lo destacó la propia Audiencia Nacional.
Germán, por su parte, permanecía ingresado en la UCI del Hospital de Navarra durante once días y los médicos diagnosticaron lesiones de larga evolución, acompañadas de amnesia peritraumática, pudiendo ocurrir todavía muchas fluctuaciones diarias de su capacidad mental, incluyendo procesos de fabulación con los que rellenar el lógico periodo de amnesia que cabe esperar después de una lesión cerebral como la que ha sufrido.
A pesar de ello, fueron muchos los intentos de interrogatorio a Germán realizados por la Guardia Civil tras su detención y estancia hospitalaria en los días posteriores, y en condiciones muy precarias. La familia denunció reiteradamente estas actuaciones porque temía por su vida a la vista de cómo transcurrían los acontecimientos, siendo respondidos con un traslado inmediato a Madrid por orden de la Audiencia Nacional.
3.- El recuerdo y la esperanza de conocer la verdad siguen vivos.
En este aniversario, una vez más, los familiares así lo han manifestado, junto con Egiari zor, en la búsqueda de la verdad y del respeto para todos. Lo cierto es que entre las 12 horas del día 25 de junio de 1990 en que se produjo el primer enfrentamiento armado entre guardias civiles y tres miembros de ETA en el interior de la Foz de Lumbier hasta las 10.30 horas del día siguiente, 26 de junio, en que la Sra. juez instructora acudió al levantamiento de los cuerpos aparecidos a orillas del río Irati, a escasos diez metros del lugar donde la Guardia Civil dijo haber detenido a Germán, el cerco y ocupación de la zona llevado a cabo por la Guardia Civil fue absoluto y permanente. En él participaron, desde los primeros minutos, un helicóptero, alrededor de 54 vehículos oficiales con su correspondiente dotación personal, uniformados y de paisano, unidades motorizadas, acuáticas y perros especialistas en la búsqueda de personas y material explosivo, lo que nos puede ayudar a sacar conclusiones, junto con las demás pruebas y evidencias objetivas que se obtuvieron. Finalmente, también nosotros podemos formarnos una opinión de lo que allí sucedió, lo cual es ya responsabilidad de cada uno.