Los organizadores de la marcha que recorrerá la costa vasca la primera semana de agosto en favor de las selecciones vascas ya tienen ultimado hasta el más pequeño detalle. Solo las zarzas que hayan nacido tras el último repaso del circuito pueden alterar un poco el espectacular trazado de este año.

Sin el paraguas de Esait, que puso final a su andadura para dar paso a nuevas iniciativas que surgían con fuerzas renovadas, la marcha mantiene intacta la reivindicación de la oficialidad de las selecciones deportivas vascas. Un objetivo sobre el que la organización trata de «lanzar semillas por los pueblos por los que pase la marcha, con la esperanza de que germinen en el futuro». En este caso, el deporte es una buena excusa para la reivindicación nacional que en la marcha se vive con el contacto en los pueblos con movimientos sociales e iniciativas populares o con la visita durante la caminata a lugares de marcado contenido histórico, de especial valor natural o con impronta en los movimientos sociales.

En este sentido, un detalle que ejemplifica el sentido de la marcha es su conclusión en Ziburu, donde tributará un homenaje a quienes han trabajado tanto por sacar adelante la ikastola de esta localidad frente a los ataques del centralismo francés.

sin necesidad de ser deportista de élite

Para participar en la marcha, según recuerdan los organizadores, no es necesario ser un deportista de élite pero si hay que tener un mínimo tono físico que permita realizar jornadas diarias de 7-8 horas de caminata, con horarios de 8.00 de la mañana a 17.00 de la tarde, aproximadamente. A pesar de que los marchistas podrán contar con un botiquín, cada cual debe responsabilizarse de su capacidad o de sus problemas físicos.

Al final de cada día, los marchistas se ducharán y dormirán en polideportivos, frontones o colegios públicos. Una furgoneta llevará sacos y esterillas desde la salida hasta la llegada, de tal forma que los participantes solo tengan que portar una pequeña mochila con el peso mínimo. Los organizadores facilitarán pan y fruta durante cada etapa. La cena está organizada en cada localidad.

Las ocho etapas

La marcha comenzará de Algorta, el mismo barrio de Getxo –aunque con 38.000 habitantes y vida propia– que acogió la conclusión de la organizada en 2003. De allí, en un trazado de 17 kilómetros, recorrerá la costa correspondiente a las localidades de Berango y Sopela –incluida la zona de Larrabasterra– hasta llegar a Plentzia.

La segunda etapa, entre Plentzia y Bermeo, será la más larga de todas con 31 kms. Tras la salida, la marcha tomará dirección Lemoiz hasta llegar a su barrio de Armintza. De allí se dirigirá a Bakio para concluir en Bermeo. Dos momentos especiales de esta larga jornada serán el paso por los restos de la central nuclear de Lemoiz, un gigantesco armazón de hormigón que sigue produciendo escalofríos. Un momento para recordar la historia reciente de este pueblo. El contraste llegará con otro momento totalmente distinto, la contemplación del espectacular islote de San Juan de Gaztelugatxe.

La tercera jornada comenzará en Bermeo y terminará en la pequeña localidad de Ea, con 24 kms de recorrido. Entre medio está Mundaka donde se cruzará en barco desde su playa hasta la de Laida para superar la salida de Urdaibai. Luego, superado el cabo de Ogoño, Elantxobe y el barrio Elexalde de Ibarrangelu, hasta Ea.

La cuarta etapa partirá de Ea y concluirá en Mutriku, ya en Gipuzkoa, tras 29 kms. Por el camino recorrerá Ispaster, dejará a un lado Lekeitio, se adentrará en Ondarroa por Asterrika y concluirá en Mutriku.

También 29 kms tendrá la quinta jornada entre Mutriku y Zarautz. Tras pasar por Deba la marcha se adentrará en Zumaia, donde los participantes tendrán oportunidad de visitar su famoso flysch, un acantilado peculiar y espectacular. De allí seguirá camino hasta la península de Getaria (el popular Ratón) para seguir hasta Zarautz.

La sexta etapa se desarrollará entre zarautz y Donostia, sobre 25 kms. El trazado pasará por Orio y descenderá a la capital guipuzcoana desde Igeldo. La séptima jornada transcurrirá entre Donostia y Hondarribia con 24 kms. Tras dejar la capital por la playa de La Zurriola y el barrio de Gros, la marcha se encaminará a Pasaia donde, tras pasar por los barrios de Trintxerpe y San Pedro –visitará el astillero tradicional Albaola donde en estos momentos construyen la nao San Juan–, cruzará en bote la bahía hacia Donibane. Allí comienza la ascensión a Igeldo que lleva hasta Hondarribia.

La última jornada, entre Hondarribia y Ziburu, será la más corta –15 kms.– al objeto de llegar a tiempo al acto final en la ikastola, la comida y el fin de fiesta.