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BALONMANO

Los objetivos no cambian

Bera Bera se pone en marcha con algunas novedades importantes en su plantilla, pero la misma ambición.


La plantilla de Bera Bera daba comienzo ayer a la pretemporada con una doble sesión de entrenamiento que será la tónica habitual en las dos próximas semanas, con sesiones físicas por la mañana en el Miniestadio de Anoeta, y con balón en la pista del Josean Gasca por la tarde. Montse Puche pudo contar con 11 jugadoras de las 14 que forman la plantilla en esta primera sesión, debido a las ausencias de Maitane Etxeberria (que participa estos días en el Europeo junior de selecciones en Valencia), Tania Yáñez (por motivos laborales, se incorporó en la sesión de la tarde) y Maialen Mujika.

El caso de la zarauztarra es el más preocupante, porque se le ha complicado la recuperación de la lesión de ligamentos de su rodilla derecha, de la que se operó en febrero, y deberá volver a operarse para poder solucionar el síndrome Cíclope, que se caracteriza por una pérdida de la extensión de la rodilla tras una intervención de estas características. Para hablar de plazos habrá que esperar al resultado de la intervención y la consiguiente rehabilitación, que en todo caso obligarán a Mujika a permanecer algunos meses más sin jugar. Un contratiempo añadido, dado que por sus condiciones físicas podría convertirse en una de las mejores alternativas en la zona central de la defensa.

Bera Bera no se ha planteado cubrir su hueco con otra jugadora, y si fuera necesario recurriría a las del segundo equipo. De hecho, tres de sus integrantes harán la pretemporada con la primera plantilla (Ramón, Lizarbe y Husillos, que ya han debutado en la máxima categoría), y probablemente alguna de ellas podría disponer de minutos en la Liga, como ya sucedió la pasada temporada con Ezkurdia, que acabó ganándose un puesto en el primer equipo. La usurbildarra Lur Errekondo también entraba en los planes de Puche para completar la pretemporada, pero ha quedado descartada tras ser operada de un hombro.

Llegar a tope a la Supercopa

Montse Puche se mostraba ambiciosa y señalaba que el objetivo de estas primeras semanas es llegar a tope a la primera cita oficial, la Supercopa que se disputará el 29 de agosto en Donostia, con el Rocasa como rival.

La intención de Bera Bera es volver a pelear por todo (Liga, Copa y Supercopa), después de sumar ocho de los nueve títulos de las tres últimas campañas, aunque para ello necesitará encontrar otro equilibrio entre su juego defensivo y el ofensivo. Los cambios en la plantilla le obligarán a buscar una nueva organización defensiva, tras tres temporadas en que Elorza y Núñez se habían asentado con un gran nivel de eficacia en el centro de la defensa 6:0, pero Puche confiaba en la buena actitud defensiva de todas sus jugadoras y la adaptación de las tres nuevas (Sans, Fernández y Yáñez), de quienes destacó que aportaban calidad ofensiva.

Alicia Fernández reconocía que su mayor aportación inicial será en el apartado ofensivo, pero a la vez la gallega se mostró muy consciente de que la llegada a Bera Bera supone un paso adelante en su carrera, y que debe mejorar en el aspecto defensivo, «para ser mejor jugadora y para poder ayudar al equipo a seguir peleando por los títulos».

Matxalen Ziarsolo también encontraba motivos para volver a ilusionarse en la que será su 16ª temporada en el equipo, y más tras los resultados favorables de la revisión de su rodilla al final de la pasada temporada.