Barkos recela del acuerdo de déficit que UPN dice tener con Montoro

El nuevo Gobierno navarro confía en poder cumplir el objetivo de déficit, pero se ha encontrado con una partida de 73 millones de euros correspondiente a deudas de años anteriores que podría alterar las cuentas. Manu Ayerdi asegura que UPN le trasladó que había acordado con el Ministerio que no computarían, pero él todavía tiene dudas.

Uxue Barkos dio cuenta ayer de la segunda sorpresa con que se han encontrado en la consejería de Economía. La primera fue el contrainforme de Hacienda sobre la tasación de Osasuna en la que había una diferencia de 12 millones de euros en detrimento de las arcas públicas. Ahora se trata de una partida de 73 millones de euros que podría alterar el cumplimiento del objetivo de déficit, fijado en el 0,7%. Según explicó el Gobierno ayer, UPN les asegura que existe un acuerdo para que esos 73 millones no contabilicen, pero el vicepresidente, Manu Ayerdi, no está tan seguro y lo calificó como uno de los «flecos» que se dejó sin atar con Madrid antes de las elecciones de mayo.

Ayerdi sostiene que sin contar con esos 73 millones se cumplirá «al milímetro» la cifra marcada por el Estado. Y el equilibrio se logrará gracias al repunte de la economía que, al parecer, se consolidará los próximos meses. De hecho, se han mejorado las previsiones de recaudación notablemente. A día de hoy, se calcula que podrían ingresar a final de año 46 millones de euros más (sobre una estimación de 3.281). No obstante, si esos 73 millones correspondientes a incumplimientos de otros años finalmente sí se computaran, el déficit se dispararía a final de año hasta el 1,09%.

Con todo Ayerdi mostró cautela y quiere esperar a los resultados de julio y agosto, cuando se producen ingresos relevantes en las arcas públicas, como es el Impuesto de Sociedades. Con todo, insistió en la necesidad de acometer cuanto antes la reforma fiscal para poder sacar adelante los compromisos programáticos del acuerdo a cuatro.

Situaciones de emergencia

Pese al problema de los 73 millones, el vicepresidente, Miguel Laparra, insistió en que la mejoría en la Renta de Inclusión Social sí que será un gasto asumible, aunque no va a alcanzar con la partida presupuestaria que tiene actualmente consignada (de unos 51 millones). Laparra no pudo ser muy preciso, pero estimó que el incremento en la ayuda a quienes menos recursos tienen pasaría a costar «entre 5 y 11 millones de euros más». No obstante, señaló que esto demuestra el alarmismo del anterior gobierno, ya que la realidad está «muy lejos» de la estimación de UPN, que fue que el gasto se dispararía 34 millones de euros.

Laparra remarcó que las prioridades del Gobierno están en los planes de choque ante situaciones «de emergencia social». Así, avanzó que se trabaja para ampliar la partida de 1,8 millones de euros con la que socorrer a los hogares que entrarán este invierno en situación de pobreza energética (los que no pueden costearse la luz y el gas). En este sentido, explicó que esos 1,8 millones ya están prácticamente comprometidos al completo, por lo que habrá que ampliar la partida «significativamente».

La renovación de los altos cargos será absoluta con 23 nuevos directores generales

Yolanda Barcina fue investida un 1 de julio y terminó de conformar el Gobierno a finales de agosto. Esos dos meses constituían el plazo mental que se había dado Barkos para terminar su gobierno. Al principio, las noticias de los nombramientos salieron a cuentagotas, siendo los más destacados los de Xabi Lasa (excoordinador general de Aralar) para Administración Local y, sobre todo, el de Luis Gabilondo (hermano del exministro del PSOE, Ángel, y de Iñaki, el periodista de PRISA). Finalmente, Barkos ha completado el Ejecutivo en apenas tres semanas. Se han renovado 23 direcciones generales y ocho organismos autónomos. No queda, por tanto, prácticamente nadie de gobiernos pasados en alta dirección. Además de que son novatos, destaca de la nueva estructura la desaparición de la Agencia Navarra de Emergencias y el Instituto de la Juventud.

De este modo, el equipo del vicepresidente Manu Ayerdi serán Pilar Irigoien y Maitena Ezkutari. En la vicepresidencia social, Laparra contará con Gema Mañú y Francisco Javier Tuñón. En Economía y Hacienda, Mikel Aranburu ha escogido a Begoña Urrutia y Luis Esain. Por su parte, María José Beaumont se apoyará en Amaia Goñi, Agustín Gastaminza, Lourdes Aldave, Mikel Sagües y Asun Erice. La portavoz Ana Ollo cuenta con Mikel Arregi (Euskarabidea). De José Luis Mendoza dependen Estebe Petrizán y Juan Ramón Elorz. Con Fernando Domínguez en Salud, además de Gabilondo, están Óscar Moracho y Mª José Pérez. En Cultura, Ana Herrera tiene a Fernándo Pérez y Rubén Goñi. Y con Isabel Elizalde estarán Lasa, Eva García e Ignacio Gil.

El anterior gobierno insiste en que «todo son excusas»

UPN emitió ayer un comunicado diciendo que no hay ningún problema, que todo «se ha hecho bien» y califica todo de excusas. Ante los problemas de liderazgo tras las dudas sobre la continuidad de Javier Esparza como jefe de filas, el partido reaccionó con una nota sin firmar en la que intenta culpar de estas «dudas e incertidumbres injustificadas» al actual consejero de Economía, Mikel Aranburu. Acusan a este técnico (el primer consejero del ramo que proviene, precisamente, de la Hacienda navarra) de estar tras este mensaje. «El consejero de Hacienda se debía haber reunido ya con el Gobierno central para conocer de primera mano los compromisos adquiridos», aseguran. Aranburu prometió el cargo hace 20 días y tiene prevista en setiembre su primera reunión con el ministerio que dirige Cristóbal Montoro. Además de ello, es de destacar que para final de año, cuando se fije el déficit, hay posibilidades de que Montoro no siga siendo ministro.