Alguien dijo una vez que los futbolistas, como las prostitutas, mueven sus cuerpos para dar placer a otros. Excesivo o no, lo cierto es que la primera mitad del mercado estival de fichajes se ha asemejado mucho a una partida al Football Manager, PC Fútbol o FIFA 2016. Uno podía pedirse el New York City FC y fichar de un plumazo a Andrea Pirlo, Frank Lampard, Andoni Iraola y juntarlos con el Guaje Villa, aunque luego pierdas, como este fin de semana, en el derbi de la Gran Manzana, 3-1 ante tu vecino el New York Red Bulls y encima sus hinchas se rían de esos veteranos fichajes con una pancarta que reza ‘‘City retirement home’’. O contemplar cómo Robinho a sus 31 años firmaba por el Guangzhou chino, el exmerengue Roberto Carlos hacía lo propio como entrenador en la Super Liga india a donde se ha ido a jugar también el luso Simao Sabrosa, Djibril Cisse sigue acumulando sellos en su pasaporte y ponía rumbo al Saint-Pierroise de la isla francesa de la Reunión, Samuel Etoo y Robin van Persie viajaban al nuevo cementerio de elefantes que es Turquía, el veteranísimo goleador Frabizio Miccoli hacía las maletas al Birkirkara maltés, el ariete del Marsella André Gignac acababa en el Tigres mejicano por un pastón, el senegalés Demba Ba dejaba el Besiktas por el Shanghai Shenhua a cambio de 13,5 millones....

«Fichar jugadores no es como ir al supermecado y hacer compras», se quejaba Luis Enrique, aunque visto lo visto. Nuevos paraísos que son capaces de pagar 14 millones como el Guangzhou al Tottenham por el normalito brasileño Paulinho, pero también billeteras de siempre como la del dueño saudí del PSG francés para desembolsar una cifra récord por el argentino Ángel Di María, que se ha quedado a 500.000 euros de ser el fichaje más caro de la historia de la Ligue 1, también de los parisinos (Cavani, 64 millones). Hace un año, el Manchester United pagó 60 millones por ‘El Fideo’, ahora lo vende por 44. Se convierte así en el jugador que más dinero ha movido en traspasos en la historia y de ello se beneficia el mago de los traspasos, su agente Jorge Mendes, el mismo al que Cristiano Ronaldo ha regalado una isla por su boda. Di María, 179 millones en traspasos, y James Rodríguez, 132, son suyos, y él se lleva ¿un 10% de todo? Di María deja el fútbol inglés justo cuando los millones caen del cielo.

“La NBA de Europa” titulaba hace días un reportaje ‘‘L´Equipe’’ sobre la Premier League. Y todo por el megamillonario contrato firmado con la televisión –a lo que se suma ahora el rubricado para la venta de derechos en EEUU–, que hace que los clubes de las Islas sean los ricos del momento y paguen como el West Brom 17 millones de euros por el delantero venezolano Salomón Rondón o los 16,5 que el Stoke City abona para hacerse con el suizo ex del Bayern e Inter, Xherdam Shaqiri. Locura.

La Premier League se está gastando en fichajes lo que no está escrito. Y todo para que el primer líder tras la jornada inaugural fuera el modesto Leicester, justo hasta que el City goleó con solvencia 0-3 este lunes al WBA, cuyo público silbó a su propio jugador Mc Lean... porque el irlandés le dió la espalda a la bandera británica y al himno en un amistoso. Touré Yayá dio una lección magistral de fútbol –dos goles– y el fichaje estrella citizen Raheem Sterling pareció celebrarlo como se merece: el martes la policía localizó en su coche un buen número de recipientes de gas de la risa, ese con el que le han pillado alguna otra vez; su entorno dice que dejó el vehículo a un amigo.

Su exequipo, el Liverpool, ha perdido a la estrella de origen jamaicano y en su búsqueda del norte, sin ya Steven Gerrard, vio cómo el joven luso Coutinho le salvaba los platos en un insulso 0-1 en su visita al Stoke. El United de Louis van Gaal, con media hora para el el alemán Bastian Schweinsteiger, hacía lo propio y salvaba los muebles en un malísimo partido, 1-0 en casa ante el Tottenham y con gol en propia puerta de los Spurs.

El campeón Chelsea no pudo pasar del empate en casa ante un muy buen Swansea, que se ha comprometido con su hinchada a que ningún aficionado pagará más de 22 libras en los partidos a domicilio de los ‘cisnes’. Empate a dos goles, expulsión del portero belga Courtois y un desatado José Mourinho que abroncó a la mediática Eva Carneiro, su médico, por «no entender el juego» y saltar a atender a un jugador suyo en la recta final del partido, lo que les podría haber dejado con dos futbolistas menos. La aludida respondió en su Twitter: «Me gustaría dar las gracias al público en general por su gran apoyo. Realmente muy muy apreciado». Y Mou ha decidido que no estará en el banquillo este domingo en el partidazo City-Chelsea de la segunda jornada. Y quizá sea definitivo. «En un mundo hipócrita, no ser hipócrita es un gran defecto. Es un defecto que yo tengo y que voy a tener siempre», dijo una vez el luso.

Cabreo también el de Arsene Wenger, cuyo Arsenal, tras una aceptable pretemporada, se vio sorprendido por el ‘martillo’ Hammer del West Ham, 0-2 en el Emirates, merced a dos errores de su portero Peter Cech (33 años), fichado al Chelsea por 16 millones. ‘‘Suicide’’ tituló el diario ‘‘The Sun’’ la inesperada derrota Gunner. «Los jugadores del Arsenal están demasiado preocupados con sus selfies y sus abdominales como para pelear por la liga», había criticado el ex red devil Roy Keane hace días. Otro bad boy, el irreverente Joey Barton anda sin equipo, el West Ham se ha interesado en él, pero sus seguidores no le quieren.

Al que sí quería la hinchada marsellesa era a Marcelo Bielsa, pero el rosarino dio la espantada, tras la derrota en casa del OM en su estreno, eso sí, argumentada. Se acabó la locura en la Costa Azul –también Jurgen Klopp, de año sabático, ha dicho no–, y es pena porque todo indica que en la Ligue 1 nadie excepto el Mónaco va a hacer sombra al PSG, aunque de momento el primer líder sea el recién ascendido, 21 años después, Angers.

Arranca la Bundesliga

En Alemania el que estuvo a punto de descender fue el Hamburgo. Este domingo debuta en Bundesliga nada menos que visitando al Bayern, que tiene como bonito reto ser el primer club en levantar cuatro veces seguidas la ensaladera. 5,76 millones de espectadores vieron la reciente Supercop alemana entre el Wolfsburgo y los de Guardiola, una cuota de pantalla del 23,6%, con lo que todo indica que la Bundesliga sigue al alza, 43.000 espectadores de media por partido. El campeonato se presenta emocionante, un duelo de Borussias este sábado para abrir boca, la lupa sobre el incomprendido Pep –«soy catalán, latino y muy emocional. Llevo pocos años como entrenador y ese control lo debo mejorar»–, el nuevo Dortmund sin Kloppo, los ‘lobos’ guiados por el genial belga De Bruyne... Y a todo esto Mario Balotelli cumple 25 años. «Let's be careful out there»... Tengan cuidado ahí fuera...