Las cosas en su sitio
Un Athletic solvente gana por fin fuera, sin concesiones a un bisoño rival y liderado por un excelso Beñat que hizo un golazo de falta.
FK PARTIZÁN 0
ATHLETIC 2
La ciudad de Belgrado ha sido destruida 44 veces, otras 65 ha cambiado de amo y 10 más de nombre. Todavía hoy luce cicatrices de hace apenas una década. Ayer, el Athletic dejó su particular muesca, con una victoria merecida, muy necesaria, la primera fuera de casa esta temporada, en un partido «trascendente» como avisó Ernesto Valverde, pero que a la postre fue más llevadero de lo que cabía esperar ante un bisoño Partizán que solo remató entre los tres palos una única vez y fue en el minuto 93. Dominaron los rojiblancos de cabo a rabo, sin dar opciones a su rival, liderados por un de nuevo excelso Beñat que fue el hombre que cerró el partido con un golazo de libre directo. Porque si algo se le puede achacar a la actuación de los rojiblancos fue precisamente eso, no haber matado antes el encuentro y tener que pender de una escasa ventaja que podría irse al traste en cualquier desafortunada acción. Por suerte, apareció ese pase a la red del de Igorre y acto seguido Txingurri en la banda se giró para tragar agua y respirar tranquilo. Era el minuto 84 y la victoria estaba en el saco vista además la inoperancia en ataque de los serbios a lo largo del choque.
El técnico rojiblanco lo tenía claro. Tanto que solo cambió el puesto de portero con respecto al once de Riazor, el que podemos denominar titular. Algunos barruntaban cambios puntuales, quizá la entrada de Gurpegi, de Sabin Merino, pero nada de nada. Enfrente, un rival con muchas bajas y en el que solo figuraban dos futbolistas mayores de 25 años. Los leones estaban obligados a imponer su mayor peso, potencial y veteranía, y eso se vio desde el pitido inicial.
El Athletic controlaba la pelota, el Partizan esperaba atrás para aprovechar cualquier salida rápida, pero era un dominio sin profundidad, solo roto por las continuas caídas de Aduriz a banda que rompían la floja zaga blanquinegra. Suya fue una primorosa asistencia que Susaeta no acertó a conectar ante el portero, y un cabezazo que se le fue alto. Pero los bilbainos seguían sin explorar los carriles, Beñat, San José y hasta Laporte insistían en los pases interiores filtrados, que no terminaban de culminar en nada. No había prisa, pero también se corría el peligro de caer en la pausa. Un córner puesto por Beñat lo cabeceó impecable Etxeita y respondió un Zivkovic imperial toda la tarde. Pocos después, de nuevo Aduriz que se desmarcaba y a su pase atrás no llegaba Williams.
Iago Herrerín era un espectador más, el Partizán ni siquiera merodeaba su área, frenado por San José y Beñat en la medular. Un peligroso abrazo del koala que por fortuna para los leones rompió Raúl García a la media hora de juego. Beñat abre a banda, De Marcos se atrave con su primera expedición hasta la línea de fondo y su centro medido lo conecta el navarro, picado, al palo y de ahí a la red. Otro más de cabeza. El partido se ponía de cara y ahora se trataba de ver la reacción de los locales y la respuesta de los rojiblancos.
Aduriz, en un latigazo cruzado que sacó el portero, y Williams, al que el donostiarra asistió para dejarle solo ante el portero y la mandó fuera, tuvieron el 0-2 en sus botas. Dos ocasiones malogradas, sobre todo la segunda, de esas que luego suelen lamentarse más de la cuenta. No marcaron y fue el Partizan el que aprovechó para estirarse algo, pasar a controlar la pelota, pero sin conseguir meter en apuros a Iago. La zaga rojiblanca se mostraba inexpugnable y las rápidas combinaciones de los balcánicos no terminaban de sorprender.
Susaeta se retira tocado
Jugadores al vestuario –los locales se dirigieron al fondo sur de sus ultras para devolverles los aplausos– y a la vuelta lo previsto, un equipo local que no tenía nada que perder, escudado en esos seis puntos que tiene en la clasificación, pero que iba a demostrar su inoperancia ante una defensa bilbaina más curtida, veterana y que le ganó prácticamente cada pugna individual por la pelota.
No hubo un dominador claro, es verdad, y en ese querer y no poder de uno y de otro, emergió la figura de Beñat, que ya en la primera mitad había maniobrado en el centro del campo, aunque sin tantos espacios. Suyo fue un zapatazo desde fuera del área al que respondió de nuevo el buen guardameta serbio. Poco después, el vizcaino ejecuta una falta directa que el arquero saca abajo con apuros.
Era el minuto 70 y el partido no daba para mucho más en las áreas, la libreta de los periodistas apenas sí apuntaba un par de amarillas y un par de cambios –Susaeta se retiró tocado con una tendinitis en un tendón de Aquiles–, hasta que Williams se fabricó él solito una jugada y su remate dentro del área salió lamiendo el poste.
Beñat cierra el partido
No había manera de hacer el segundo y cerrar de manera definitiva un choque que estaba en el bolsillo, pero que tras los sopapos en Alkmaar y en Riazor, cualquiera se fiaba. La más mínima genialidad de los habilidosos serbios, cuando no algún exceso de confianza de Herrerín con su juego con los pies, podía dar al traste con el buen trabajo. Por fortuna, los ‘sepultureros’ no daban señales de vida arriba, más allá de un disparo lejano y alto ya en el minuto 82. Así que tuvo que ser el hombre del partido, Beñat, el que pusiera las cosas en su sitio. «El gol ha sido la culminación del trabajo que ha hecho», le bendecía después Ernesto Valverde.
Falta en la frontal del área, respetable distancia a portería, el de Igorre que la coloca, ejecuta y la parabola acaba en la red imposible esta vez para Zivkovic. No había estado muy fino en los balones parados puestos al área rival, pero sí en los córners y como se vio en los libres directos. 11 goles de Beñat de falta directa en el fútbol profesional: 8 con el Betis y 3 con el Athletic. Y no será el último.
El partido estaba sentenciado y los tres puntos en el bolsillo. Los cambios de Bóveda y Elustondo sirvieron para enfriar cualquier reacción de un Partizán probablemente demasiado mermado por las ausencias, un plantel joven, con gusto por la pelota como no podría ser en la escuela balcánica, pero falto de poderío físico y a merced siempre de un Athletic que firmó un encuentro serio, sabedor de lo que estaba en juego.
Los leones olvidan el traspiés holandés, se sitúan al frente del grupo asumiendo el favoritismo que se les presuponía, rompen con el debe fuera de casa en cuanto a resultados y alejan males de ojo. El escritor Dusko Radovic decía que «quien tenga la suerte de despertar una mañana en Belgrado, ya tiene suficiente. Si insistiera en hacer otra cosa, pecaría de insolencia». El Athletic partió anoche mismo rumbo a Bilbo. El Sporting espera. Todo en su sitio.
«El próximo duelo cobra mucha relevancia»
Ernesto Valverde compareció satisfecho. Triunfo necesario y buena imagen. «Ha sido un buen partido por nuestra parte, muy serio, donde nos jugábamos mucho. Nos hemos puesto con el marcador a favor, buscando ese segundo gol que nos diera tranquiliad, aunque ha tardado en llegar porque lo merecíamos antes, pero una vez hecho hemos estado más tranqulos y sin pasar apuros a última hora», resumió el técnico sus impresiones. «Era un campo difícil, y estamos contentos porque sumar seis puntos nos da otras posibilidades», consideraba Valverde refiriéndose a un encuentro en el que los leones controlaron siempre la situación. «No sé si es el más completo fuera de casa. Cuando sacas el resultado parece redondo, pero este partido sigue la línea que tenemos regularmente en la temporada, hemos salido a dominar, como ante el AZ, pero bueno, sí ha sido uno de los más redondos pero porque nos ha acompañado también el resultado», explicó.
Respecto a si se han quitado un peso de encima por ganar fuera de casa, Valverde lo negó. «No teníamos ningún peso por no ganar fuera, nos hemos quitado un peso que era muy imporrtante, el de ganar y que con ello cogemos el liderato, quedan tres partidos con mucho por decidir y eso es lo que nos quita un peso. Venimos jugando de una manera parecida, no se diferencia mucho de otros partidos, aunque a apriori el de hoy era muy importante». Sobre lo que resta de fase, dejó claro que «quedan tres partidos, este resultado hace que el que juguemos contra ellos en San Mamés sea también muy importante, porque el que gane tendrá mucho hecho. Quizá este resultado unido al del Ausburgo haga que ese partido tenga más relevancia».J.V.
Líderes, tras la derrota del AZ Alkmaar en casa
Los leones se colocan de nuevo líderes del grupo con 6 puntos, los mismos que el Partizán, y salen beneficiados también de la victoria del Ausburg, 0-1, en el campo del AZ Alkmaar.
Asamblea informativa de la Grada Cabacas
La Iñigo Cabacas Herri Harmaila ha convocado una asamblea abierta el 3 de noviembre, a las 19.00, en el local Ipar Haizea de Olabeaga para informar a los interesados en sumarse a la grada.