Aritz iNTXUSTA
MANIOBRAS EN BARDENAS

TRIDENT JUNCTURE SE ESTRENA SIN BOMBAS EN BARDENAS

HELICÓPTEROS Y AVIONES SOBREVOLARON AYER BARDENAS PARA DAR INICIO A LAS MANIOBRAS MÁS IMPORTANTES DE LA OTAN EN DÉCADAS. EL OPERATIVO MOLESTÓ A TURISTAS Y PASTORES, QUE ASEGURAN QUE LOS EJERCICIOS CON FUEGO REAL SON MÁS HABITUALES DE LO QUE EL MINISTERIO DE DEFENSA INFORMA.

«Desde aquí, toda esta zona está cortada. Si tienes dudas, pregúntales a los militares. Aquí no sabemos». En el centro de información de la Reserva de la Biosfera de Bardenas se mostraban ayer así de secos y cortantes cuando se les preguntaba por el inicio de las maniobras de la Trident Juncture. La página oficial de Bardenas Reales se limita a informar escuetamente de los horarios de los cortes del acceso al sur del camino perimetral del polígono de tiro debido a «actividad militar».

Los controles en la pista de tierra sorprendieron a muchos turistas, la mayoría franceses, que llegaron al desierto a pie, en bici, quad, coche, caballo o en vehículos 4x4 de empresas de turismo local. Ayer no había grandes medidas de seguridad. Un militar luciendo chaleco reflectante –con “Policía aérea” escrito– cortaba el paso a la entrada del cuartel cruzando un todoterreno sobre la pista para cerrar el paso hacia el sur. Eso generaba pequeños atascos, sobre todo, cuando además de turistas llegaban al control los tractores con las sembradoras.

Por el tramo de libre acceso se llega hasta el Cabezo de las Cortinillas –donde una pareja se sacaba las fotos de su boda con helicópteros al fondo– y, poco después, se alcanza Castildetierra. Unos tres kilómetros más adelante, otro militar cortaba la pista de tierra con su todoterreno, desviando a los turistas rumbo a El Paso, la entrada tradicional de los trashumantes de Erronkari y Zaraitzu con sus rebaños.

A medio camino hacia El Paso, junto a una borda, pastaban las ovejas de Andoni Mikelei. «Ayer volaron aviones raros, esta mañana solo dos helicópteros», comenta. Este pastor de Jaurrieta desconocía que esos vuelos forman parte de las mayores maniobras de la OTAN tras la Guerra Fría, que arrancaron este miércoles. «Nunca te puedes fiar de esos avisos. Algunas veces dicen que es fuego real, otras que no. Pero desde aquí parecen iguales, porque todas levantan la misma polvareda».

Mikelei llegó hace unas semanas y se quedará hasta marzo. Por su zona de pastoreo, al quedar al norte del campo de tiro, es por donde pasan los aviones raseando para luego lanzar las cargas. «Les oigo cruzar y veo levantarse las bolas de humo. Al principio, las ovejas se asustan, luego se van acostumbrando».

El pastor comenta que los ejercicios fuertes siempre son entre semana, evitando el grueso del turismo, y sostiene que a veces se llegan a oír ráfagas de metralleta por la noche. «Aquí no queda nadie a las noches, el cuartel está vacío», explica. Luego se encoge de hombros: «Dicen que los aviones vienen de Madrid, de Zaragoza y de no sé dónde. Ni lo sé ni me importa».

Pasado el mediodía, y aunque iba a estar cerrado de continuo hasta las 23.00, los militares se retiraron de los caminos y dejaron abierto el tramo sur, vedado mientras los helicópteros estaban visibles. Este tramo es la parte más peligrosa, dado que los aviones llegan del norte y disparan en dirección &dcThree;sur. Desde esa pista perimetral se ven a lo lejos las dianas e incluso fuselajes de viejos aviones, ahora reconvertidos en blancos, acribillados a balazos.

Sin embargo, los caminos volvieron a cerrarse por la tarde, y esta vez sí que cazas de combate dieron varias pasadas. Los aviones no llegaron a disparar bombas, aunque quizá si hubo ráfagas de ametralladora. Al igual que ocurrió con los dos helicópteros de la mañana, no es fácil precisar si llegaron a abrir fuego, ya que el cierzo soplaba con fuerza llevándose el sonido hacia la zona restringida.

Hoy vuelve a cortarse el paso, sin que nadie sepa si vendrán o no aviones, ni qué disparan, ni para qué sirven. El aviso dice que habrá cortes hasta las 17.30.