He ido a ver la película “The Martian” y permitidme que de entrada no ponga este título traducido, pero es que “El Marciano” me suena a broma y pudiera parecer que me estoy refiriendo a ese tipo de personaje estrafalario que encuentra uno de vez en cuando a lo largo del día (¡qué decir en el mundo de la montaña o de la escalada!). En fin, me ha gustado ver de nuevo los paisajes del Wadi Rum, Jordania, una de las mecas de la escalada exótica en roca especial, ciertamente “marciana”. Hasta en algún momento creí ver por allí la silueta del Jebel Khazali o la pared este del Um Ishrin, eso sí, todo convenientemente teñido de un tono extra anaranjado y con unas montañas enormes de fondo, cortesía de los efectos especiales. Y ahí tenemos a nuestro Matt Damon con su traje de astronauta con un arnés, ¿de escalada?, incorporado (lleva un poco flojas las perneras, aunque eso es para gustos), con su cabo de anclaje y todo, que uno nunca sabe cuándo te vas a encaramar por las retorcidas paredes de la zona. De momento, parece ser, y digo parece, que en Jordania no resultan todavía problemáticos los viajes de escalada así como los rodajes de películas y es que (esto es una digresión, otra) los del llamado Daesh o Estado Islámico son buenos chicos y son, de momento, extremadamente respetuosos con las fronteras de este país… además de las, extremadamente cercanas, de Israel y Arabia Saudita. Huummm.