Un futuro por escribir
El Arsenal tropezó en su asalto al liderato, el Mazembe congoleño logró la Champions africana e Ibrahimovic se deja querer por la MLS.
Corría el minuto 77 del derbi del norte de Londres en el Emirates y no había comentarista deportivo en el fútbol inglés que no echara mano del tópico que persigue al Arsenal desde hace ya demasiados años. Cuando los Gunners sueñan con algo grande, se despiertan con una pesasilla. Siempre les pasa algo. El City acababa de empatar sin goles en casa del colista Bournemouth y los ‘Cañoneros’ estaban a una victoria de auparse al liderato. Enfrente, el vecino Tottenhan, al que Arsene Wenger se medía con una decena de jugadores en la enfermería, algo nada extraño en una plantilla que desde el año 2002 lleva acumuladas 967 lesiones de jugadores. Fue hasta ese minuto en el que un suplente, Gibbs, rubricó con gol –el 24.000 de la Premier– otro milimétrico centro del mejor pasador europeo, el alemán Mesut Özil, que de esta manera es el primer jugador en dar una asistencia en 6 partidos consecutivos de la Premier: el ex del Madrid lleva 10 asistencias en las primeras 12 jornadas, a mitad de camino del récord de de Thierry Henry (20 asistencias en la campaña 2002-03).
Al final, reparto de puntos, minutos finales para el donostiarra Mikel Arteta de quien Wenger ha dicho que podría ser un gran entrenador, y coliderato con los Citizen al frente de una liga inglesa en la que los Red Devils ganaron y marcaron 260 minutos después del último tanto de los hombres de un Louis van Gaal que luego cuestionó las críticas a su equipo, que achacó a opiniones como las del exdevil Paul Scholes: «Hay que aceptar la opinión de los aficionados, pero creo que están influenciados por Scholes y por lo que escriben los medios. Analizando el partido, cuando la gente grita ‘ataque, ataque, ataque’ y tú atacas por 85 minutos, acabas pensando que es normal que el hincha insista. Ellos quieren que marquemos más goles. Eso ya lo sabe mi madre, y mi abuela también lo sabe. Los goles son lo más importante en este deporte», se despachó el técnico holandés.
Peor, mucho peor le van las cosas a José Mourinho. Por primera vez en su carrera, el técnico de los Blues ha perdido siete partidos de liga en una misma temporada. Porque volvió a morder el césped, esta vez en casa del Stoke, y ya está a 15 puntos del liderato, ése del que se alejó el Liverpool tras el 1-2 ante el Crystal Palace y Jurgen Klopp topándose con la cruda realidad de la Premier y aficionados yéndose de Anfield en el minuto 82 tras el segundo tanto glazier. «Entre el minuto 82 y el 94 puedes marcar ocho goles si quieres», dijo luego en tono quejoso.
Donde nadie se movió de su asiento fue en el majestuoso Iduna Park. En el estadio más grande de la Bundesliga, choque de ciudades vecinas de la Cuenca del Ruhr, región donde el balompié se siente con más pasión que cualquier otra en Alemania. Tan solo 27,52 kilómetros separan los estadios del Dortmund y Schalke, una rivalidad que data de 1925, año en el que ambos disputarían su primer enfrentamiento. No sería hasta 1943 cuando el Borussia conseguiría su primera victoria en casi veinte años de derbis.
Este domingo, en una nueva edición del Revierderby, los renanos terminaron imponiéndose por 3-2 con tantos visitantes obra del ‘cazador’ Huntelaar y entre los locales, cómo no, fiel a su cita con el gol, Aubameyang... Batman Returns. Como también anotó Robert Lewandowski en el rotundo 4-0 del Bayern al Stuttgard, ambos colideran la tabla de realizadores con 14 dianas cada uno en 12 partidos. Marcó para los bávaros Arjen Robben e igualó el número de goles de Mario Gómez con el Bayern con su tanto 113. Por cierto, los 34 puntos que suman los de Pep Guardiola tras doce jornadas es un nuevo récord en Alemania.
El fracaso de figuras en la MLS
Otro que marcha imparable es el PSG de Ibrahimovic. Séptima victoria consecutiva en Ligue 1 y de paso doblete del sueco en el 5-0 al Toulouse. ‘Ibra’ acaba contrato en verano y a sus 34 años todo apunta a quizá un epílogo dorado en la MLS estadounidense, aunque los play off finales en este campeonato parecen abrir un debate de calado. A falta de las semifinales y final, es revelador que sólo 1 de los 23 jugadores que ganan más de 1 millón de dólares anuales estará en las finales de conferencia. Como apunta el experto Agustín Galán, «este dato supone un serio aviso para las franquicias de cara a sus reestructuraciones, ya que ha quedado demostrado que en la MLS prima más el colectivo que las individualidades que aterricen». Pero, de momento, siguen llegando rostros conocidos: el francés ex del Arsenal Patrick Vieira es el nuevo entrenador de New York City.
Si el sueño de Ibrahomovic está al otro lado del charco, lo veremos. Por ahora, diez puntos más atrás del PSG se sitúa el Lyon, tras ganar en el derbi del Ródano, 3-0 al St. Etienne, y en el debe del duelo, que un steward de Gerland sufrió la amputación de dos falanges después de explotarle un petardo casero.
Otro de los derbis continentales se lo llevó la Roma ante la Lazio, sin hinchas en las curvas del Olímpico por las protestas con las nuevas propuestas de seguridad. Otro duelo pero inédito lo jugaron Sassuolo y Carpi, primer derbi de Módena en Serie A, una ciudad de 40.000 habitantes contra otra de 70.000, 35 kilómetros de distancia y ninguno juega en casa porque tienen estadios demasiado vetustos.
Pero los que mandan en el Calcio son otros, empatados, Fiorentina e Inter. Los segundos volvieron a ganar... por 0-1, siete victorias ya por idéntico marcador para los de Roberto Mancini. Al alza también la Juventus, que sigue la escalada paso a paso, séptimos, pisando los talones a un Milan que defraudó y donde hasta su presidente Silvio Berlusconi felicitó a los rivales.
Juvaniles en busca de un sueño
A lo mejor Il Cavalliere rastrea este mercado de invierno en el fútbol africano donde se acaba de proclamar campeón de su Champions el laureado TP Mazembe angoleño, con su goleador tanzano Mbwana Aly Samatta al que su padre, policía, no dejó dedicarse al fútbol hasta haber completado el instituto. Solo dos jugadores de su país han jugado a un alto nivel en ligas europeas, Suecia y Suiza. Él probó en el CSKA moscovita, pero sin suerte. Sueña con ese salto, como muchos de los chavales nigerianos que se acaban de proclamar campeones del Mundial juvenil en Chile. Su máximo goleador Victor Osimhen vendía agua en semáforos de la capital Lagos y mañana quién sabe... Lo mismo que su capitán y mejor jugador del torneo, apunten, Kelechi Nwakali, del ASJ Academy. En Inglaterra ya informan de que Arsenal y Liverpool están detrás de ambos.
Si echamos una mirada retrospectiva al mejor juvenil de los últimos Mundiales tenemos a otro nigeriano en la edición de 2013, Kelechi Iheanacho, hoy en las filas del City, una de las promesas citizen que debutó en setiembre en la Premier y con gol. Hay que remontarse hasta la cita de 2007 para encontrar a uno que haya triunfado después, como es Toni Kroos, también anda por ahí el brasileño Anderson que no terminó de cuajar an el United, sí lo hizo Cesc Fábregas, mejor juvenil en el campeonato de 2003, o el estadounidense Landon Donovan, un año antes. El resto, hasta 1985... ni rastro de ellos. Como apunta Sergio Santomé al hilo del propio Víctor Oshimen, máximo artillero en esta reciente edición, que cumplirá 17 años en diciembre, tienen aún un futuro sin escribir.
El último ‘pichichi’ de su edad hace dos años fue el sueco Valmir Berisha, que milita actualmente en el Cambuur holandés tras haber sido reclutado por la Roma. El anterior, en 2011, un costamarfileño muy prometedor de nombre Souleymane Coulibally, fichado por el Tottenham y hoy en el desconocido Peterborough United. Por cierto, el goleador en la cita de 2009 fue el armero Borja Bastón y en la de 2005 Carlos Vela.
Quién sabe. Todo es cuestión de estar en el momento adecuado y en el sitio correcto. Como Amos Youga, el jugador del Ajaccio corso, de origen centroafricano, cartero en la periferia de Lyon hasta hace cuatro años, y hoy en Ligue 1, o el malgache Lalaina Nomenjanahary, que pasó de construir cochecitos de metal reciclado en Antananarivo a militar en el Lens, donde el primer día pensó que el champagne que le servían en la zona VIP del estadio tenía que pagarlo. Franz Beckenbauer dijo una vez: «Después de la final, caminé solo por el césped del Estadio Olímpico. ¿Por qué? No lo sé explicar. En ese momento me acordé de un sueño». Soñemos.