No fue un desastre como el del Toralín pero la derrota de Anoeta tampoco dejó satisfecho a José Luis Mendilibar, y no solo por el resultado. Más allá de que la balanza se desnivelase en el último suspiro, el técnico no acabó convencido con ninguno de los dos tiempos, aunque sus pegas fueran diferentes. Demasiada carrera sin sentido en el primero, poca ambición en el segundo. Resultado, la derrota.

«La primera parte no me ha gustado –sentenció–. Hemos metido el gol pero a partir de ahí nos han empatado rápido y no hemos llevado el peso en ningún momento, no hemos sido dueños del partido en ningún momento. Ellos nos han jugado mejor, con mucha gente por dentro, y nos han hecho correr mucho». El técnico zaldibartarra vio a los suyos «mejor plantados» en el segundo tiempo, «no hemos tenido que correr tanto», pero «el fallo ha sido el no querer ir a por el rival». En este sentido, aseguró que sus hombres se habían mostrado «un poco conformistas en la segunda parte. Parece que el empate nos podía ir bien». Lamentaba que «no les hemos hecho sufrir demasiado en la segunda parte atacándoles, porque ellos también sufrían cuando les rebasabas una o dos líneas y tenían que volver, les costaba mucho». Pero, aun habiendo salido «mejor en defensa que en la primera parte, nos ha costado ir adelante y tener el balón. Hemos perdido pases muy rápidos, hacíamos un contraataque y queríamos hacer el pase de gol lo más rápido posible, sin mover el bakón, y ahí nos han recuperado muchos balones. Y si pierdes el balón así, te pilla con cuatro jugadores arriba, tienes que correr atrás y les das ventaja», lamentó.

Así llegó, precisamente, el gol de la sentencia txuriurdin, cuando «crees que tienes el partido controlado, que todo está hecho. Pero pierdes un balón en la otra área y en el contraataque te hacen daño. Ya estás justito, sin fuerzas, cuesta bajar...».

Tres derrotas consecutivas

Lo peor es que la derrota en Anoeta se une a las encajadas ante Real Madrid y Ponferradina. Por primera vez esta temporada, el Eibar sufre tres tropiezos consecutivos, aunque todos tengan lecturas diferentes.

«Hemos perdido tres, es verdad –asumió–, y de distinta manera. Compitiendo, no compitiendo y metiéndote el gol a última hora. La primera derrota (frente al Real Madrid) porlo menos es honrosa, la segunda (Ponferradina) por supuesto que no y la tercera puede ser honrosa pero nos tenemos que exigir más y tenemos que querer hacer más cosas».

A este respecto, y recordando sus declaraciones tras el choque del Toralín, cuando admitía que lo peor de las derrotas pasa por las dudas que pueden generar, confesó que salía de Anoeta con una pregunta rondándole, «si vamos a cambiar y vamos a volver a intentarlo, porque intentándolo nos van a hacer daño pero nosotros también lo tenemos que hacer. Porque yo no juego con dos delanteros para no querer hacer goles; si no, quitaría un delantero. Claro, si juego con dos delanteros y el resto de la gente no me puede acompañar, tampoco sirve».

Mendilibar, en todo caso, confía en que esta semana sin compromisos hasta el domingo, sirva para «descansar, recuperarnos y, sobre todo, poner bien la cabeza».

Borja Bastón, por su parte, lamentó la forma y el momento, en que llegó el segundo gol. «Es una pena que se nos haya escapado este partido. El empate habría sido justo y se nos ha escapado al final por un detalle», dijo el ariete, quien aseguró que el penalti de Rulli no fue tal. «También me toca a mí pero toca el balón primero».

1.500 aficionados eibarreses se desplazaron a Donostia

En coche, autobús y, sobre todo, en tren, alrededor de 1.500 aficionados azulgranas se desplazaron ayer a Donostia, aunque fueron minoría los que siguieron el partido en la grada de Anoeta.

1.200 aprovecharon los trenes especiales fletados por la peña «Urko taldea», que unieron Eibar con la capital guipuzcoana desde primera hora de la mañana. Una kalejira les llevó después hasta la sede de la peña, en la calle San Martín, acompañados por la txaranga Ustekabe y los amigos de las Lambrettas. Ya por la tarde, Eskozia la Brava acabó el día colocando la bandera azulgrana en la isla de Santa Clara.A.U.L.

Protagonistas

Capa. Tras rayar a gran nivel en los últimos partidos, ayer se vio desbordado, acusando quizá el esfuerzo acumulado. Prácticamente todo el peligro de la Real llegó por su banda. Recién cumplida la hora se fue al banquillo.

Pantic. Pese a que por momentos se le acumuló el trabajo, apenas cometió dos errores en todo el partido. Desafortunadamente, ambos –un balón mal despejado y una ruptura del fuera de juego – propiciaron los dos goles txuriurdines.

Adrián. Segundo partido en el once tras su lesión –en Ponferrada saltó en la segunda parte– y todavía no ha alcanzado el nivel que le convirtió en uno de los jugadores más valiosos del equipo. Estuvo más ocupado en defender que en dirigir arriba a sus compañeros.

Bastón. Vuelve por sus fueros. Recién recuperado de una lesión, aprovechó su primera oportunidad para reencontrarse con el gol. Fue objeto de penalti, que el árbitro no vio, en la segunda parte.

Enrich. Inagotable como siempre pero poco efectivo, se puede apuntar la asistencia en el gol.