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Fútbol internacional

Sonrisas y lágrimas

El recién ascendido Bournemouth le ganó al United, pero lloró la muerte en el parto entre semana del bebé de uno de sus jugadores.


«Algunas veces tengo la sensación de estar solo en el mundo. Otras, lo sé seguro» , decía el escritor y poeta estadounidense de origen alemán Charles Bukowski. El técnico portugués José Mourinho ya no tiene quien le escriba. «Me siento traicionado», se despachó este fin de semana en clara alusión a sus jugadores tras la enésima derrota esta vez ante el de momento sólido líder Leicester, cuyos jugadores se quedaron sin la pizza a la que les acostumbra su técnico Claudio Ranieri si dejan la portería a cero, circunstancia que no afecta mucho al bolsillo del italiano, dado que, según ha trascendido, el club le pagará 100.000 euros por cada posición al final de la liga que supere el puesto 17º del descenso. De momento, el exjugador y hoy comentarista Gary Lineker ha anunciado que presentará su programa en cueros si los ‘zorros’ ganan la Premier.

En el verano de 2003, el oligarca ruso Roman Abramovich se compró el Chelsea por 140 millones de libras y de paso un rosario de jugadores de renombre por otros 100, que pensó lo ganarían todo por sí solos. Mantuvo a Claudio Ranieri en el banquillo blue... y no ganó nada. Así que se lió de nuevo la manta a la cabeza, vendió, compró –entre otros a Didier Drogba, del Marsella– y se trajo al técnico del Porto, al Special one José Mourinho. Y ganó su primera Premier, con doce puntos de ventaja sobre el Arsenal de Wenger.

Hoy, Ranieri sonríe feliz, aupado en esa pareja de moda en Inglaterra que son Vardy-Mahrez –autores de los dos goles ante el Chelsea–, la segunda dupla mas goleadora de las grandes ligas con 26 tantos, solo uno menos que la formada por Suárez-Neymar, y con permiso de la que arrasa en el Everton, Romelu Lukaku y el exculé Gerard Deulofeu. El belga le costó a los evertonians 28 millones de euros y vaya si los han rentabilizado. Ha marcado 50 goles en 100 partidos oficiales y esta campaña suma 10 en 10 jornadas, y 6 de las 7 asistencias que ha dado Deulofeu en liga han acabado en goles del poderoso Lukaku, que cuando con solo 17 años muchos le pretendían, decidió quedarse en su Anderlecht hasta acabar los estudios.

También deja entrever su sonrisa el alsaciano Arsene Wenger. Lleva intentando luchar por la Premier desde la campaña 2004-05, diez años en los que temporada tras temporada ha ido cayendo ante Chelsea, Manchester United y Manchester City. Ganó esta jornada 0-2, con Nacho Monreal todo el partido, y está a dos puntos del Leicester; a tres se sitúan los Citizen. Y el lunes, Arsenal-City. Muchos apuestan porque puede ser el año de los Gunners de Özil –13 asistencias en 15 partidos– y Giroud –5 goles en los últtmos 3 encuentros–, si consiguen ser fiables en medio de la irregularidad de una Premier en la que como esta jornada, los humildes dieron un susto a los poderosos.

El Newcastle, casi desahuciado, ganó 1-2 a un Tottenham que llevaba 14 jornadas sin perder. El Swansea, sin entrenador y, se dice, con Marcelo Bielsa como primera opción, estuvo a un par de minutos de llevarse un punto en casa del City. El West Brown le birló otro al Liverpool en Anfield y al final del choque un enfadado Jurgen Klopp le negó el saludo a su homólogo Tony Pulis. «Suelo dar la mano, pero esta vez no fue un partido amistoso, todo el mundo lo vio», se justificó. «A veces, necesitamos unos segundos para relajarnos».

Aunque para cabreo el de la afición del United. Con un once de 24 años y 11 meses de media, el sexto más joven del club en la historia de la Premier, los de Louis van Gaal cayeron ante el recién ascendido Bournemouth, en un choque en el que más allá del resultado, se palpó la emoción entre los locales tras desvelar la cuenta de Twitter del club, justo antes del choque, que sus jugadores llevarían brazaletes negros en memoria del bebé que el jugador Harry Arter y su pareja Rachel perdieron en el parto entre semana, días después de ganar al Chelsea. «Quería jugar para dedicar el partido a mi familia, a la que está y a la que no está», dijo luego el futbolista. En el 84 vio una amarilla y protestó airadamente. El entrenador cherrie, Eddie Howe, le cambió, se abrazó a Arter y le acompañó en sus lágrimas hacia el túnel de vestuarios, donde «se han vivido escenas realmente emotivas», confesó luego el técnico, en una victoria 2-1 tan importante como agridulce.

El liderato de la liga israelí

En la Serie A no hay resquicio a las revelaciones en la parte noble de la tabla. El Inter es un poco más líder, 0-4, y ¡dos goles de Mauro Icardi! También anotó su compatriota Paulo Dybala para una Juventus que le metió 3-1 a la ‘Fiore’, ya es cuarta –seis victorias consecutivas– y amenaza con superar en breve a los propios violas y al Napoli.

Aurelio De Laurentiis, presidente de los partenopeos, después del 0-0 ante la Roma, declaró que quiere ver más goles. En un acto promocional esta semana dijo que «pienso en comprar al menos un jugador, pero si los aficionados llenan los cines para ver mi última película ficharé algún otro». Es intocable la pareja juventina de moda Dybala y Mario Mandzukic, que lidera la renovada candidatura de las ‘cebras’ al Scudetto. Napolitanos de pro como Fabio Cannavaro ya hicieron el camino inverso, del mezzogiorno italiano hacia el norte rico, pero pocas cosas o ninguna acercan posturas en la enconada rivalidad entre ambos clubes. Acaso, que tanto el dialecto piamontés como el napolitano cuentan en su haber con una letra que no tiene el italiano, la ‘j’, de ahí que la Vecchia Signora se llame ‘Juventus’ y no ‘Iuventus’, aunque la pronunciación correcta se asemeje más a la segunda denominación. No te acostarás sin saber una cosa más. Como que este lunes en la liga israelí está en juego el liderato, entre el Maccabi Tel-Aviv y el Hapoel Beer Sheva, igualados a puntos. Casi cada ciudad cuenta con un ‘Maccabi’ y un ’Hapoel’. Los primeros son entidades fundadas en los años veinte del siglo pasado y responden a clubes de tinte religioso, más ligados al sionismo, de derechas. En contraposición, los segundos responden a una identificación con la política laborista, de izquierdas, no en vano hapoel significa ‘obrero’ y el término tiene su raíz en un club deportivo, unión de sindicatos de ideología marxista.

Aunque como nos recuerda el gran Toni Padilla, para extremistas y racistas los actuales terceros clasificados, el Beitar de Jerusalén, el más rico, aunque en la Ciudad Santa siempre nos quedará el Hapoel Katamón, en la segunda división, creado no hace mucho con aportaciones de aficionados, que acepta jugadores musulmanes, se opone a las construcciones de asentamientos en Cisjordania y de paso coloca la bandera arcoiris en sus banderines de córner.

Seguro que haría buenas migas con el St.Pauli de Hamburgo, del que esperamos el día que dé el salto a la Bundesliga. Esa en la que ya solo mandan Bayern y Dortmund, que ganaron sus respectivos partidos y la diferencia entre ambos sigue siendo de 5 puntos, aunque empieza a ser muy amplia con el resto de equipos de la zona alta de la clasificación tras pinchar Schalke, Wolfsburg y Gladbach. Así que a falta de emoción, los aplausos se los lleva el goleador de moda con permiso de Aubameyang y Lewandowski, el mexicano Chicharito Hernández, que hizo una tripleta en 13 minutos, y suma un bagaje brutal de 9 goles en los últimos 7 partidos para el Leverkusen. Y hablando de artilleros, otro doblete de Zlatan Ibrahimovic, 5-1 al Lyon, 27 partidos sin perder del PSG en la Ligue 1... y 14 puntos de ventaja sobre el segundo. Como diría Mourinho, «no soy el mejor del mundo, pero creo que no hay nadie mejor que yo».