FEB. 08 2016 PERFIL El Doctor Jekyll y Mr. Hyde de Guatemala Asier VERA El expresidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, ha comenzado a escribir sus memorias en la prisión donde se encuentra desde el 3 de setiembre por su implicación en el caso de corrupción aduanera La Línea. Tiene para largo, dado que su vida es semejante a la de un personaje de novela con muchos puntos oscuros, pero también con decisiones que han cambiado el rumbo de su país. Son tantos los cambios que ha experimentado que se le podría comparar con el célebre personaje de Stevenson, el Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Ha pasado de ser el representante del Ejército que firmó en 1996 los acuerdos de paz que pusieron fin a 36 años de conflicto armado en Guatemala, a convertirse en el primer presidente de la historia de su país en perder la inmunidad el 1 de setiembre con una histórica votación en el Congreso, lo que provocó su renuncia al día siguiente. Nacido en 1950 en la Ciudad de Guatemala, ha dedicado 30 años de su vida al Ejército, después de que a los 16 años comenzara su carrera militar. La primera mancha en su expediente, aunque nunca ha sido acusado oficialmente por ningún tribunal, se produjo en los años 80. En aquella época se hacía llamar «comandante Tito» y dirigió un destacamento militar en el área indígena ixil, donde se registraron cientos de violaciones a los derechos humanos. Mientras, en 1982, como oficial del Ejército, apoyó el golpe de estado del ministro de Defensa Óscar Mejía y fue clave para el relevo del dictador Efraín Ríos Montt. Asimismo, Pérez Molina se opuso en 1993, mientras era el jefe de los servicios de inteligencia del Ejército, al autogolpe de estado del expresidente Jorge Serrano Elías propiciando el inicio de la democracia. En 2000 se retiró del Ejército e inició al año siguiente su carrera política con la creación del Partido Patriota. Al frente de esta formación se presentó en dos ocasiones a las elecciones presidenciales. En 2007 perdió contra Álvaro Colom, mientras que en 2011 venció a Manuel Baldizón. Su mandato, que debía haber finalizado este 14 de enero, terminó antes de tiempo, gracias a una investigación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.