FEB. 19 2016 GUTUNAK Estudiar en un colegio público, pero en euskara LUCÍA PÉREZ ARELLANO Cooperativista de Argia Ikastola Al hilo de un reciente artículo publicado en algunos medios sobre la gran labor realizada desde la Ikastola Argia por el euskera en la Ribera de Navarra, quiero decir que mi hija Uxue terminó el año pasado y a Eneko, más joven, le quedan todavía tres en Argia. La verdad es que no podríamos sentir más satisfacción respecto a la enseñanza que se imparte en Argia, a todos los niveles: tanto por los contenidos curriculares, por la metodología pedagógica, la calidad en el aprendizaje del inglés, euskara y castellano... Y, lo que para mí es aún más importante, por una educación en valores de la que personalmente me siento muy orgullosa. Por eso desde estas líneas quiero agradecer y felicitar a todo el personal de esta ikastola por su impecable tarea, gracias de verdad. En este trabajar por el euskara en nuestra Ribera, no quiero dejar de felicitar también a AEK, entidad que lleva años y años trabajando en este sentido y gracias a la cual muchas personas de la Ribera somos hoy euskaldunes. Sin embargo, también tengo que decir con tristeza que cuando matriculamos a mi hija Uxue, el año 2000, no pudimos optar por nuestra verdadera opción, la escuela pública en euskara. Aquí en la Ribera somos en muchos temas ciudadanos y ciudadanas de segunda, y en este caso también es así. Si mi familia hubiera vivido, por ejemplo, en Pamplona, habríamos tenido la oportunidad de elegir entre un centro público de línea de euskara o una ikastola. En un momento en que los recortes campan a sus anchas, creo que es imprescindible fortalecer la lucha por lo público, muy especialmente en los ámbitos de la salud y la educación. Además, la «normalización» del euskara en nuestra comunidad pasa necesariamente por que la educación en euskara sea una opción real para todo el alumnado. Por todo ello, creo que debemos seguir peleando por una educación de calidad, (y no parches para cubrir el expediente), en euskara y pública, para que todas las personas puedan acceder a ella con independencia de su situación. Quisiera emplazar a nuestros y nuestras representantes políticos, sobre todo, por qué no decirlo, a los de izquierdas, a que cumplan con sus responsabilidades para que a tantos navarros y navarras no se nos niegue el derecho a una educación pública en euskara.