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BALONMANO

Anaitasuna juega con la renta de la ida para entrar en su segunda Final Four copera

Los de Juanto Apezetxea nunca permitieron que el Cangas pudiese crearse esperanzas para remontar los once goles de desventaja que encajó en Iruñea.


F. CANGAS MORRAZO 27

ANAITASUNA 23


Anaitasuna volverá a estar en otra Final Four copera, después de que en 2014 también llegase a esa fase, que se disputó en Iruñea. Ahora solo cabe esperar mejor fortuna en el sorteo, ya que hace dos años tocó en suerte el todopoderoso Barcelona, un rival que resultó infranqueable para la escuadra navarra. Esta nueva Final Four se disputará los próximos días 7 y 8 de mayo en una sede que todavía está por determinar.

Con once goles de diferencia de la ida, los de Juanto Apezetxea se limitaron en O Gatañal a administrar tan notable ventaja y, aunque durante casi todo el encuentro fueron por detrás, nunca el desequilibrio en el electrónico se convirtió en algo peligroso. El buen hacer de Nadoveza y Da Silva en el lanzamiento exterior, junto a las paradas de Lorger, especialmente en la segunda parte, sirvieron para que el pase no estuviese en entredicho en ningún momento del encuentro.

Solo una vez por delante

El propio ambiente del polideportivo, habitualmente ensordecedor y ayer particularmente frío, ya hacía presagiar que el revolcón era tarea más que imposible. En todo caso, los locales le pusieron ganas al improbable objetivo, obteniendo una ventaja de dos goles (4-2) cuando se cumplía el sexto minuto. Sin embargo, los pupilos de Pillo se atascaron en ataque y ese fue el momento para que Anaitasuna remontase en el marcador, poniéndose con un 4-5 que sería la única ocasión en la que los visitantes irían por delante.

El conjunto navarro se centró en alargar lo máximo posible el choque, con ataques posicionales finalizados en lanzamiento exterior. Esa táctica se encontró con las buenas maneras de un Lamariano inspirado –nueve paradas en el primer tiempo– y los goles en penetración de David García, lo que llevó a los anfitriones a tomar otra vez la iniciativa en el electrónico (9-7).

La dinámica se volvió más acentuada en el momento en el que ambos técnicos decidieron mover sus banquillos. En esa tesitura, Cangas llegó a colocarse hasta de cinco por delante (17-12), pero, por si acaso, ahí puso freno Apezetxea dando entrada de nuevo a Nadoveza y gracias a un Lorger que comenzó a mejorar sus estadísticas particulares. En el tramo final, los navarros se dejaron llevar hasta un 27-20, que maquillaron con tres postreras dianas.