Portland no es para viejos
Bromell saca partido del miedo escénico de Asafa Powell, mientras Collins termina el último en 60 metros.
Trayvon Bromell es el nuevo campeón mundial de la velocidad bajo techo. El estadounidense dominó los explosivos 60 metros con 6.47, superando al jamaicano Asafa Powell (6.50), que una vez más dejó escapar el título para recuperar al fantasma del miedo escénico en el momento más inoportuno.
Y es que el atleta que más veces ha bajado de los 10 segundos en 100 metros, el mismo que precedió a su compatriota Usain Bolt como recordman de la prueba más carismática de la velocidad, sigue sin poder ganar una final individual en los grandes campeonatos.
El caribeño llegó a Portland como líder del año y en las series se encargó de demostrarlo. Debutó frenándose con unos magníficos 6.44, la mejor marca mundial de la temporada y la décima de la historia. Por si fuera poco calcó el registro en semifinales, pero después de sugerir la posibilidad de acercarse a esos 6.39 que Maurice Greene estableció en 1998, Powell se dio de bruces con la cruda realidad.
A sus 33 años se encontró en la pista verde del Oregon Convention Center a Bromell, un veinteañero de la turística San Petersburgo de Florida con la ambición intacta, que salió más rápido en la final (121 milésimas) y ya no pudo alcanzarle. Powell, acostumbrado a esta situación, admitía que si hubiera insistido en los 6.44 la medalla sería como esos oros que ha obtenido como integrante del relevo jamaicano pero nunca solo.
La foto finish confirmaba la victoria de Bromell una semana después de que otra foto finish le relegara a la plata en ese mismo escenario con los mismos 6.51 con los que Marvin Bracy se llevó el oro en sus campeonatos nacionales. Ayer Bracy fue séptimo (6.56), mientras Bromell acababa de ganar a su ídolo. «Cuando yo era un niño quería tener la salida de Asafa. Siempre es una fuente de inspiración, como Justin Gatlin y Tyson Gay por su poderío, y Usain Bolt por su fuerza mental», señaló el campeón tras su victoria.
Bromell, bronce en el último Mundial al aire libre donde compartió podio con Bolt y Gatlin, ayer lo hizo desde el peldaño más alto junto a Powell y Ramon Gittens, el velocista de Barbados que con sus 6.51 se colgó el bronce. El cristobalense Kim Collins, campeón de 100 metros en 2003 y habitual en las grandes finales, el 5 de abril cumplirá 40 años. Dominó la primera serie con 6.56 y su semifinal con 6.49 pero terminó octavo y último en la final en 6.56. Los «viejos del sprint» se quedaron con las ganas en Portland.
Primer oro para Theisen-Eaton
Pero mientras Powell se conformaba con la plata, otra de las habituales que tampoco había conseguido el oro mundial tras rozarlo en diversas ocasiones al fin tuvo premio. Brianne Theisen-Eaton logró su primer título en pentatlón, después de haber sido subcampeona mundial al aire libre en Moscú'2013 y en Beijing'2015, además de plata en el anterior Mundial en sala, el de Sopot’2014 (Polonia).
La canadiense firmó la mejor puntuación de la temporada con 4881 puntos, tras sentenciar en los últimos 800 metros. Theisen-Eaton compartió podio con dos ucranianas: Mokhnuyk, que lideraba la clasificación general hasta los decisivos 800 y terminó segunda con 4847, y Fyodorova, tercera con 4770.
Casada con Ashton Eaton –doble campeón mundial al aire libre y en sala, oro olímpico y plusmarquista– forman una pareja de superatletas que intercambian impresiones en competición. Ayer hubo abrazo y felicitación y hoy es posible que se repita la escena puesto que Eaton, que compite en “casa casa” puesto que es de Portland, va camino de aumentar su colección hoy en el heptatlón.
Hubo más campeonas. Nia Ali ganó las vallas con 7.81, una centésima menos que Brianna Rollins que firmó el doblete estadounidense. También los anfitriones se quedaron con el oro en longitud porque la campeona olímpica Brittney Reese se encargó de ello (7,22). Horas después la venezolana Yulimar Rojas, que entrena Iván Pedroso, se llevó el de triple (14,41).