Hace dos artículos contaba la aventura y rescate de un tal Michael Banks al intentar escalar el islote de Morro Rocks en Baja California para pedir matrimonio a su novia. Atascado en el descenso y rescatado por helicóptero, fue detenido por la Policía de Parques y multado por escalar en lugar prohibido. Su itinerario fue glosado humorísticamente en páginas de montaña dando nombres jocosos a su “ruta”: “Ella dijo sí”, etc. Su aventura no parece haber acabado, y ha vuelto a ser detenido, de nuevo junto a Morro Rock, esta vez por la policía local, por uso y posesión de metanfetamina bajo la acusación de «estar bajo la influencia de substancia prohibida». Y es que parece que el sujeto siempre vuelve a la escena del crimen. Internet ya se ha activado presentando una nueva ruta al promontorio, ruta que se presenta difícil, extraplomada y todavía sin escalar. El nombre propuesto es “El divorcio de Michael Banks”. En otro orden de cosas, la veintena de militares de montaña desplegados en concepto de seguridad en las estaciones alpinas de Isola 2000 y Auron este invierno, hacen balance y hablan de una “nueva tendencia” preocupante: «la del consumo abusivo de estupefacientes y alcohol antes de ir a la pista e incluso en ellas», todo ello acompañado de «robos y falsas denuncias». Me da la impresión de que o son muy jóvenes o se habían fijado poco hasta ahora.