La mancomunidad única queda legitimada por una clara mayoría
La localidad zuberotarra de Mendikota cerró el jueves la fase de votación de la propuesta prefectoral para la creación de una mancomunidad única. El 70% de los 158 consistorios, que representan al 66% de la población, se han mostrado a favor. Ahora queda que el prefecto publique el decreto y, sobre todo, abordar su puesta en marcha.
La primera etapa –quizás la más espinosa en cuanto a la aceptación del proyecto– para la constitución de una mancomunidad única que comprenderá todos los municipios de Lapurdi, Nafarroa Behere y Zuberoa ya está finiquitada. Y el resultado no deja lugar a dudas: el 70,25% de los consistorios, que representan a dos tercios de la población de los tres territorios del norte, han avalado con su voto la propuesta realizada por el prefecto, Pierre-André Durand, hace casi un año.
Unos días antes de la fecha tope del 31 de mayo para pronunciarse, la zuberotarra Mendikota fue la última localidad en votar. Lo hizo a favor, uniéndose así al grupo de 110 que ya habían manifestado su decisión en el mismo sentido a lo largo de los dos meses que ha durado el proceso. En el lado contrario de la balanza se han posicionado 47 municipios en los que residen 101.646 ciudadanos de los casi 300.000 que habitan las 158 localidades vascas.
El mapa vasco
Las dos condiciones requeridas para que la propuesta pudiese ser validada por el Estado –que fuera apoyada por más del 50% de los municipios y que dicho apoyo representase a más del 50% de la población– ya fueron superadas a principios de mes, pero es obvio que la proporción de votos positivos recabados confiere aún más legitimidad a lo que será la primera institución que respete prácticamente casi todo el perímetro geográfico e histórico de Ipar Euskal Herria. Los enclaves de Jeztaze y Eskiula no han participado, toda vez que ahora están incluidos en el Bearno.
Los próximos pasos están ahora en manos de las estructuras administrativas del Estado. A partir de junio, el prefecto deberá publicar un decreto de fusión de las actuales diez mancomunidades al objeto de crear una mancomunidad de aglomeración, que es la forma jurídica que adoptará. Será, después de la de la aglomeración urbana de Burdeos, la mayor institución de ámbito intermunicipal de la nueva gran región Aquitania-Limousin-Poitou Charentes.
En setiembre el prefecto deberá definir el número y modo de nombramiento de los 232 representantes del Consejo y los municipios deberán elegirlos antes de mediados de diciembre para que la nueva institución pueda entrar en vigor para el 1 de enero de 2017.
En paralelo a estos trámites, los electos ya están anticipando todas esas fases. De hecho, hoy mismo se reúne el Consejo de Electos y los diez presidentes de las actuales mancomunidades para establecer quiénes serán los componentes del grupo que se encargará de analizar y preparar todos los aspectos referidos a la constitución de la mancomunidad única.
Obstáculos propables
En el camino, es más que probable que vayan encontrando obstáculos por parte de algunos de los electos contrarios a la mancomunidad que ya han anunciado que interpondrán recursos. El primero es el denominado «recurso jerárquico», presentado por unos 60 electos que ponen en entredicho, entre otros, el perímetro de la institución, y está ya sobre la mesa del ministro de Interior. En principio este debería dirimir a corto plazo si cree que su subordinado, es decir, el prefecto no ha respetado los términos de la ley NOTRe.
Sin embargo, los electos y agentes políticos y sociales que han apostado por la mancomunidad Ipar Euskal Herria tienen claro que hay que «agarrar esta oportunidad histórica» aunque para muchos no sea lo que realmente reivindican. Por ejemplo, para Batera, «muy satisfecha por el ejercicio democrático de la votación», se trata de un «paso» en el camino de la Colectividad Territorial que rechazó París hace tres años. Se declara dispuesta a trabajar para «mejorar lo antes posible este nuevo instrumento».