La campaña concluida ayer en Donostia ha confirmado el repunte anímico del independentismo de izquierdas, que andaba bastante más abatido allá por diciembre. Pero EH Bildu sabe que necesita trasladar ese caudal mañana a las urnas, pensando en este resultado y además en las autonómicas de la CAV, terreno más propicio. Arnaldo Otegi concluyó así su intervención ayer: «Creo que este domingo va a salir un rayo de sol. No sé cuánto será de grande, pero si somos capaces de que asome para el independentismo, os aseguro de que en octubre seguirá siendo verano».

Esta reactivación quedó patente en las palabras de la cabeza de lista al Congreso por Gipuzkoa, Marian Beitialarrangoitia: «Dijimos en diciembre que sabíamos caer, pero también levantarnos. Lo estamos demostrando». También apareció en el discurso del exalcalde Juan Karlos Izagirre, presentado con razón como «el hombre que nunca pierde la sonrisa». Y se probó sobre todo en la asistencia al acto: unas 400 personas en la Plaza Easo pese a que el emplazamiento inicial en La Concha fue cambiado horas antes, sin posibilidad de avisar más que por redes sociales, debido a la amenaza de lluvia.

«Aquí sí se puede»

EH Bildu es consciente de la omnipresencia al lado de Unidos Podemos y no lo oculta. Otegi reiteró su conocida apelación para que si el cambio no es factible en Madrid se sume a un proceso constituyente en Euskal Herria. «¡Porque aquí sí se puede!», le hizo ver, usando uno de los lemas más conocidos del partido morado.

Beitialarrangoitia recordó que los cantos de sirena no resultan nuevos «para un pueblo como el nuestro, que tiene memoria». Y así recordó que en 1982 el PSOE también prometía no solo el derecho a decidir, «sino incluso la autodeterminación». «Sabemos que con eso se llevan los votos y luego no lo cumplen; lo hizo el PSOE entonces y lo hace ahora Podemos –alertó–. Unos y otros nos venden humo, porque el verdadero cambio no va a venir de allí».

Frente a ello, la candidata explicó que EH Bildu representa a un pueblo que ha luchado y lucha: «Iremos a Madrid a pelear. Si no, otros acudirán a hablar en nombre de Euskal Herria con poca ambición. Jugarán a pequeña, y nosotros jugamos a grande».

Otegi añadió a ello que «no enviamos a Madrid diputados, enviamos embajadores, o al menos cónsules. Cónsules para defender a las clases trabajadoras de este país». Además de reivindicar la soberanía vasca, se comprometió a luchar allá contra los recortes. Y en este punto avisó de que tras la negativa de las diputaciones del PNV a crear un observatorio contra el fraude pese al informe que revela al menos 3.700 millones de euros escatimados al fisco (y otros 1.700 en Nafarroa), no hay excusas: «Les recordaremos una y otra vez que sí hay dinero, lo que existe es fraude».

Más allá de la política, Otegi recalcó su apuesta por recuperar el humanismo como referente de la izquierda: «El capitalismo rompe las relaciones de afectividad. Hay que elevar a categoría políticas las relaciones humanas. Y eso es cuidar a la gente, tratarla bien. No solo a los que piensan como nosotros, sino a todos los que tienen necesidad. Cualquier injusticia en cualquier latitud se comete contra nosotros y nosotras», subrayó.