Mientras no se demuestre lo contrario, la selección masculina de los Estados Unidos es la única candidata a llevarse el oro, pero ya suma dos sustos seguidos. Los de Mike Krzizewsky empezaron fuerte, pero no rompieron el partido ante Serbia, y la selección plavi acabó rozando el empate, ya que caía por 94-91, errando Bogdan Bogdanovic el triple para la prórroga.

Nikola Jokic, con 25 puntos, fue el máximo anotador del partido, aunque toca reconocer la labor de Milos Teodosic en las labores creativas –dio 6 asistencias– y liderando a Serbia, amén de por anotar 18 puntos. En el bando estadounidense, Kyrie Irving llegaba a los 15 tantos y marcaba la pauta, aunque un total de seis jugadores anotaban 11 puntos o más.

Los de Coach K se ahorraron el abuso de los triples de otros días y buscaron más a los pívots DeAndre Jordan y DeMarcus Cousins, efectivos sobre todo de inicio. Serbia solo se arrimó por debajo de la decena en el último período, con un Teodosic colosal en la distribución, y un Jokic que anotó 14 de sus 25 puntos.

Estados Unidos se pasó los dos últimos minutos sin anotar, mientras que los de Djordjevic no consiguieron aprovecharse de los errores de unos estadounidenses que, a pesar de las 28 asistencias que repartieron, daban la impresión de jugar sin poder soltarse y basados en exceso en el físico.

La epopeya del Cono Sur

Tras dos prórrogas, por 111-107, Argentina se impuso a Brasil en un partido digno de final olímpica. Nocioni anotó 37 puntos, incluyendo el triple que forzó la primera prórroga.

Hilario lograba 24 tantos para Brasil, pero faltó quien diera la réplica a un Campazzo espectacular en el tiempo extra. De su mano, Argentina remontó un 86-94 adverso y se fue 103-95 en el segundo añadido. Barbosa quiso ser el héroe, pero no le alcanzó. Los equipos del Cono Sur escribieron una epopeya.