El crepúsculo de los dioses
Argentina se cruza con los EEUU en cuartos, y el ganador se las verá con el que supere el España-Francia.
A diferencia de Norma Desmond en Sunset Boulevard –traducido como «El crepúsculo de los dioses»–, de Willy Wilder, los combinados de Argentina y España saben que su tiempo se agota. Los hispanos arreglaron su mal inicio superando a la albiceleste por 92-73, y de paso eliminando a Brasil, que también despide a sus veteranos. Quizá fue su último enfrentamiento, o el penúltimo tal vez, de mediar milagro y medio.
La posterior victoria de Croacia sobre Lituania por 81-90 ha llevado a la selección dálmata a campear en el grupo B y cruzarse en un «fraternal» derbi ante Serbia. «Somos hijos de una misma madre y un distinto padre, pero hermanos», reconocían los seleccionadores de Serbia, Sasha Djordjevic, y Croacia, Aza Petrovic, en la previa a la cita olímpica. Hasta ahora, Croacia nunca ha ganado al «hermanastro», pero la pujanza de los Saric, Hezonja y Bojan Bogdanovic amenaza con romper la inercia.
Asimismo, una Australia espectacular se las verá con una Lituania que, tras perder sus dos últimos partidos tiene a su público de uñas. Así pues, los boomers se van a hallar con una Lituania hambrienta y sabedora de que la vía a la final está libre, sin unos Estados Unidos que estorben. Habrá que ver si los Bogut, Mills y Dellavedova mantienen el nivel de la primera fase.
A resultas de la carambola del grupo B, Argentina será quien juegue los cuartos de final ante los Estados Unidos. Más allá de la derrota ante España, el «Oveja» Hernández reservó a Nocioni, Campazzo o Ginóbili.
¿Apretarán los de «Coach K»?
La albiceleste es la última selección que batió a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos: 88-81 en las semifinales de Atenas 2004; sin duda, el punto más bajo del USA Basketball desde que los profesionales de la NBA acuden con ella.
Tras su reconquista de los oros desde 2008, nada hacía presagiar que los de Mike Krzyzewski iban a volver a retomar ciertos vicios, como las desconexiones defensivas o el pretender vivir solo de su talento. Cierto que han ganado todos los partidos, pero también que, desde el encuentro frente a Australia, sus rivales ven que al menos pueden competir. Si aprietan en los cruces, fin de la cuestión, con Durant, Thompson, Irving o Anthony. ¿Pero, y si no?
Mientras, España y Francia reeditan los cuartos de final de Londres 2012, con el Mundial 2014 y el Eurobasket 2015 en la retina. Los hispanos, como Argentina, afrontan el último baile de su generación dorada, y Francia opta a ser alternativa.
Muchas cuentas pendientes y la duda de si el poderío físico francés, con un Parker de regreso, podrá con una España que, desde el duelo ante Lituania, recuerda vagamente al de sus mejores días. Ojo con los dioses, aunque estén ya decrépitos.