«Quiero seguir en el día a día, en la calle, y trasladar su pulso»
Explica Iriarte, en su primera entrevista tras la noticia, que en la calle ha recibido muchos besos y abrazos tras anunciarse que será candidata por EH Bildu. Percibe la misma ilusión que ella quiere hacer llegar al resto, porque ve la hora de dar un salto.
Saltando al otro lado de la mesa, la periodista Maddalen Iriarte concede a GARA su primera entrevista como candidata política, tras conocerse el sábado que será la número dos de EH Bildu por Gipuzkoa. Tras su presentación ayer junto a Arnaldo Otegi en el Palacio Miramar, responde a un buen número de curiosidades. Transmite sus ideas con pasión, serenidad y absoluto respeto hacia las personas, señas que han marcado también 30 años de actividad diaria en radio, televisión y prensa escrita.
¿Por qué ha decidido dar el paso a la política en este momento, qué le ha animado?
Porque me parece que Euskal Herria vive un momento histórico muy importante dentro de una Europa que está viviendo unos tiempos muy convulsos. Creo que Euskal Herria no tiene que quedar al margen de los aires que soplan en Escocia o en Catalunya. Incluso cuando el Reino Unido ha votado para ver si sale o no de la Unión Europea, ha votado atendiendo a la posibilidad de decidir. Pienso que es algo muy importante que los ciudadanos y las ciudadanas de cualquier país puedan decidir sobre su futuro. Y en Euskal Herria lo que nos pasa es que hay muchísimas cosas en torno a las cuales no podemos decidir.
Es verdad que tenemos un elemento muy potente que es el Concierto Económico, pero no podemos cambiar el IVA. Y es verdad que tenemos muchas cosas que están en nuestras manos, pero tenemos una ley como la Lomce que quiere impedir que nuestros hijos e hijas puedan aprender en euskara con naturalidad, y además nos impone unas formas de educación con las que no estamos de acuerdo. Y, además, pretende que demos pasos atrás, como en la Formación Profesional, donde habíamos tenido avances que nos ponían a niveles europeos.
Los hombres y mujeres de Euskal Herria se tienen que dar cuenta de que es el momento de dar este salto importante, para que estemos en Europa como los ciudadanos de los demás países europeos. España no es la referencia a la que tenemos que mirar, porque por ejemplo la mayoría de nuestros pensionistas cobran de la caja de pensiones de la Seguridad Social española y en breve es posible que no les puedan ni pagar. España no nos garantiza una mejor vida. Ha puesto en marcha la ley de la reforma del mercado laboral que ha traído recortes, precarización de las formas de trabajo, que nos impide repartir la riqueza que nuestros trabajadores crean cada día en las fábricas... Hay una serie de cosas que dejan claro que tenemos que dar un paso muy importante para que este país esté en otro estadio en Europa. Para que nuestros científicos, matemáticos, universitarios, maestros, médicos... estén en otro nivel en Europa.
A pesar de ese viento global en favor de decidir, ¿no percibe a gente desilusionada?
Probablemente nos toca volver a ilusionarla y a recordarle cuál es la realidad. Y volver poco a poco a hacer pedagogía para que Euskal Herria pueda dar pasos firmes hacia ese salto que proponemos. Esto no es una cosa que se pueda hacer de la noche a la mañana. Yo vengo aquí, si los ciudadanos quieren, con el compromiso de trabajar durante cuatro años. A lo mejor hay cosas que en ese tiempo no las podemos completar del todo, pero tenemos que dar pasos fundamentales para que eso que hemos dicho se vaya convirtiendo en realidad. Desde luego, trabajaré incansablemente, como he hecho en el periodismo, con toda la pasión, dejándome la piel, para que Euskal Telebista, la que creo que tiene que ser la televisión nacional, esté en unos parámetros distintos de las televisiones que estamos viendo, que ofrecen las noticias que ofrecen, que no cuestionan ni tan siquiera las versiones oficiales, que no las entrecomillan... La herramienta más potente para hacer de este país algo mejor y situarnos en otro estadio en Europa es poner en marcha un proceso soberanista e independentista.
Su candidatura ha sorprendido muy gratamente a los simpatizantes de EH Bildu. ¿Qué le dicen por la calle o por el móvil, algo que le haya sorprendido?
Mucha gente en la calle me ha recibido con besos y abrazos. Con una ilusión que es la que yo pretendo hacer llegar a todos los hombres y mujeres de Euskal Herria. Ilusión para llevar a este país a otro sitio. Muchas veces, cuando se dice esto hay gente que opina que queremos dividir. Por el contrario, lo que planteamos es que los hombres y las mujeres de Euskal Herria se unan a este proyecto para vivir mejor y ser más felices. La pregunta que hago es a la inversa: ¿Por qué piensan los que dicen que vamos a dividir que no son ellos los que dividen? Vamos a juntarnos y a intentar llegar a entendimientos para llevar a este país al sitio que se merece. Tenemos magníficos investigadores y pensadores, gente más formada que nunca, jóvenes que están encontrando su primer trabajo con dificultades... Tenemos potencial para llevar a este país al sitio que se merece.
Los resultados en las últimas elecciones no han sido buenos para la coalición abertzale. ¿Qué perspectivas ve ahora?
Las perspectivas que tengo son que los hombres y mujeres de Euskal Herria se ilusionen otra vez con este proyecto y que nos acompañen en este quehacer diario que poco a poco nos llevará a hacer de este país lo que yo pretendo que sea. Quiero decirles que viviremos mejor y que este no es un mantra que se repite. Viviremos mejor porque decidiremos nosotros cómo estructurar las cosas importantes del país: la educación, la cultura, la medicina, la ciencia... Decidirlo nosotros democráticamente será el mayor triunfo que como sociedad podamos conseguir.
Cada vez es más frecuente el paso del periodismo a la política: Uxue Barkos, Martin Garitano, Josu Juaristi, Jasone Agirre... ¿A qué se debe?
En mi caso, al menos, he seguido tan de cerca la actualidad política que los hombre y mujeres que han pensado en mí creerán que estoy preparada para impulsar este salto que queremos dar entre todos. Lo que es importante es que a estos proyectos se sumen las personas que hasta ahora han estado a pie de calle, a pie de trabajo, sabiendo qué es el día a día de una profesión, y no solo las que se han dedicado única y exclusivamente a la política. Y digo no solo porque en torno a esto se está haciendo un discurso en Europa, y lo están haciendo la derecha y la ultraderecha, para enterrar el trabajo que durante muchos años han hecho hombres y mujeres en la política. Estoy en contra de esa actitud y en favor del trabajo bien hecho, sean de la ideología que sean. En todo caso pienso que podemos aportar lo que nos dicen los que día a día vienen con nosotros a trabajar, a la ikastola o a tomar potes.
Lo que pretendo es que si las ciudadanas y ciudadanos de Euskal Herria quieren que dé el paso hacia la otra parte del puente, colocarme en un sitio del puente donde pueda dar la mano a los ciudadanos, a los hombres y mujeres que queremos llevar a este país a otro sitio, y hacer este proyecto para el pueblo y, muy importante, con el pueblo. Porque tengo la sensación de que a los partidos políticos, una vez que dicen que lo quieren hacer con el pueblo, se les olvida.
Yo quiero estar en la calle, con mis amigos de siempre, con los que opinan como yo, con los que opinan completamente diferente a mí, quiero reírme con ellos, quiero pedirles el voto por amor, quiero que me digan que no... Quiero estar testando en el día a día la realidad que nos circunda para llevarla al Parlamento y para que no nos metamos en una especie de cueva en la que nos olvidemos de todo lo que pasa alrededor. Voy a hacer un intento expreso de no dejar la calle y de trasladar todo lo que sus corazonadas y su pulso me digan. Así que quiero estar con los jóvenes, con los niños, con la gente que sufre, con la que se alegra, con la que quiere mejorar...
En la presentación ha hecho hincapié en el feminismo.
Es una aportación que me gustaría hacer en el día a día. Me parece que una sociedad que quiera llamarse democrática no puede permitir en ningún caso que las personas que la conforman, los hombres y las mujeres de este país, no tengan igualdad de oportunidades. La desigualdad es la que en el extremo trae la muerte y la violación de mujeres. Además, todos los días me encuentro con situaciones de desigualdad en mi quehacer diario: en los comentarios que oigo, en las oportunidades para dar un paso u otro... Quiero que los hombres y mujeres que nos sigan en EH Bildu y que quieren que esta sociedad mejore sean conscientes de que es imprescindible que tengamos una absoluta igualdad de condiciones para desarrollar lo que queramos. Soy absolutamente feminista en este sentido. Creo que es imprescindible serlo.
¿Qué opina de Arnaldo Otegi y por qué cree que hay tanto interés en cerrarle el paso?
Me parece gravísimo que el ministro de Justicia haya hecho unas declaraciones diciendo que Arnaldo Otegi no va a estar en las papeletas de EH Bildu y me parece gravísimo que jueces, fiscales y medios no se hayan enfadado muchísimo porque eso dinamita la división de poderes. España tiene un problema de democracia muy importante, pero esa pelota está en su tejado. Nosotros lo que tenemos que construir en Euskal Herria es una base para que este sea un país absolutamente democrático y para que los pasos que demos sean decididos por los hombres y mujeres de aquí.
Otegi es un político nato que es capaz de ilusionar a mucha gente, que ha pasado seis años en la cárcel por una sentencia que recomendaría que la gente leyera otra vez. Creo que es una persona muy válida, pero el salto lo vamos a dar entre todos, los que nos unimos ahora a EH Bildu, los que ya estaban antes, los que han trabajado muchos años y los que queremos que se sumen a este proyecto tan ilusionante que, estoy convencida, llevará a Euskal Herria a otro estadio en Europa.
«La política exige otros tiempos, pero no es la eternidad»
¿Qué aporta y en qué perjudica venir de la televisión?
Hasta ahora solo he sentido cosas buenas: la gente que me conoce se ha acercado cariñosísima a saludarme. Cuando he trabajado en televisión lo he hecho con el máximo respeto a todas las personas que me fueran a ver. Cada vez que oía la sintonía del programa que iba a hacer, sentía un nudo en el estómago por el respeto hacia ellas. Y ese mismo respeto es el que les tengo a todas las personas que, me voten o no, conforman esta sociedad. El lado malo es que me he ido de Euskal Telebista, de un trabajo que hacía con pasión e ilusión. Me acuerdo con cariño y emoción de todos los compañeros y compañeras que me han acompañado. Creo que es un trabajo en equipo, al igual que la labor que haremos a continuación.
¿Cómo lleva «salir del armario» políticamente?
No creo en absoluto en los periodistas sin ideología. Todos tienen una ideología. El armario estaba abierto, pero eso no quiere decir que no se pueda hacer un trabajo profesional.
¿Le gustaría aportar ritmo al Parlamento?
Estoy acostumbrada a poner en marcha una panadería (o dos) todos los días. A hacer miles de panes y, a contrarreloj, en una hora muy concreta, salir al aire. Terminar los panes, cerrar la panadería, y vuelta a empezar. Comprendo que la política exige otros tempos, pero tampoco es la eternidad. En cuatro años debemos hacer muchas cosas y mostrar a los que nos han votado que su voto ha sido útil. Intentaré aportar ritmo y frescura y mostrar que con un discurso más amable y divertido se pueden lograr muchas cosas. M. I.