Canadá repite bronce y deja a las anfitrionas sin medalla

Canadá regresa a casa con el bronce tras imponerse a Brasil (1-2) en la final de consolación del torneo de fútbol femenino. El equipo de John Herdman se saca la espina de lo sucedido el pasado año en su Mundial y en su tercera participación se sube al podio por segunda vez, repitiendo el logro de Londres.

La damnificada fue la anfitriona que, tras la sorprendente eliminación de Estados Unidos y visto el nivel de juego general, se postulaba entre las candidatas a, como mínimo, regresar al podio, después del mal sabor que le habían dejado los Juegos de Londres y el Mundial de Canadá. Sufrió su primer gran mazazo en semifinales, cuando Suecia tiró de fortaleza defensiva para forzar la tanda de penaltis y condenarle a la pelea por el bronce. Ayer llegó el definitivo, aunque en un partido bien diferente al anterior. Al menos esta vez se decidió en los noventa minutos reglamentarios.

También porque ayer fueron a remolque de su rival, superior durante buena parte del encuentro. Y si algo ha tenido el equipo norteamericano en este torneo es la resolución, que tampoco le falló ayer. A los 25 minutos, Deanne Rose decantaba el choque tras una gran cabalgada de Ashley Lawrence. A los siete minutos de la reanudación, y sin que Brasil acabara de reaccionar con fundamento, Christine Sinclair agrandaba su leyenda –es la segunda máxima goledora internacional de todos los tiempos, tras la estadounidense Abby Wambach, retirada el pasado otoño– firmando el segundo gol canuck.

Entonces sí se lanzó con fuerza Brasil pero solo en una ocasión logró echar abajo la muralla rival. Lo aprovechó Beatriz para, a la media vuelta, anotar el gol de la honrilla. Solo faltaban doce minutos para el final y Canadá no dejó escapar su tesoro ante un adversario voluntarioso pero impotente.

Al cierre de esta edición aún no había comenzado la final entre Suecia y Alemania.