Juegos

NO todo el mundo está contento con la elección de la escalada como deporte olímpico para 2020. El llamado Triathlon Vertical, que mezcla la escalada deportiva clásica, con el bloque y con la velocidad, está levantando algunas ampollas y hay algunas amenazas entre la élite de no acudir al evento, lo que echaría por tierra su vistosidad. El caso es que el COI solo oferta dos medallas, una para mujeres y otra para hombres, que tendrán que mostrar sus habilidades en las tres especialidades combinadas, algo así como dar a una medalla al que fuera mejor en 100m lisos, 10.000m y salto de altura. La velocidad parece ser lo que menos gusta a los escaladores de punta cuyo duro entrenamiento se orienta hacia la extrema dificultad, pero no al COI, preocupado por las televisiones y la vistosidad del evento. Según el alpinista Pierre Moulin, hay un problema, el poco dinamismo de la actividad escalatoria para audiencias ajenas a la actividad. Según su visión humorista, esta disciplina de la escalada podría tener un pase, sobre todo si se la coloca después del curling, cuyo índice de audiencia resulta sobrecogedor. Y es que según el amigo Pierre, el objetivo humanista de los Juegos Olímpicos, expresado con talento por el discurso de Pierre de Coubertin, se ve completado por la vocación de esta bella máquina llamada COI: la generación de un montón de pasta (a veces a costa de los atletas), generación siempre más alta, más veloz, más fuerte.