OCT. 17 2016 NAFARROA OINEZ «ARROJO Y VALENTÍA» PARA QUE LAS IKASTOLAS SIGAN SIENDO UN REFERENTE LAS IKASTOLAS SON FRUTO DEL ESFUERZO REALIZADO POR MILES DE FAMILIAS QUE DECIDIERON FORMAR COOPERATIVAS PARA IMPULSAR EL DESARROLLO DEL EUSKARA. AYER, DÍA DEL NAFARROA OINEZ, LOS PRESIDENTES DE ERENTZUN E IBAIALDE RECLAMARON AL GOBIERNO DE UXUE BARKOS «ARROJO Y VALENTÍA» PARA PROTEGER LA LABOR DE LAS IKASTOLAS. Ion SALGADO Las ikastolas Erentzun e Ibaialde trabajan día a día para impulsar el euskara y la cultura vasca en Viana y Lodosa. Llevan décadas luchando contra una «coyuntura legal e institucional» que ha puesto trabas a la recuperación del euskara en la zona media y en el sur de Nafarroa. Y lo han hecho con «arrojo y valentía». Con el mismo arrojo y la misma valentía que reclaman al gobierno del cambio. «En este llamado tiempo nuevo, es el momento de pediros que tengais el mismo arrojo y la misma valentía para tirar de la cuerda de nuestro proyecto educativo. Necesitamos acciones concretas, nuevas fórmulas que no solo reconozcan, sino que además apoyen el trabajo realizado por nuestras ikastolas, protegiendo su labor y posibilitando que sigan siendo referentes de la educación en euskara», destacaron Artxo Ruiz e Iban Izurza en el acto de apertura de Nafarroa Oinez, que ayer reunió a miles de personas en Viana. La lehendakari, Uxue Barkos, recogió el guante lanzado por los presidentes de las ikastolas y avanzó que su gobierno seguirá trabajando para dar al euskara el apoyo y el prestigio social que merece. «Trabajamos en políticas que nos permitan avanzar en la normalización lingüística, en el fomento de actitudes de respeto, de puesta en valor y de potenciación del idioma. Porque el euskera es uno de nuestros patrimonios más valiosos, que enriquece y define a la sociedad navarra», destacó tras advertir de que «sin euskera Navarra sería imposible». Después de escuchar a la lehendakari, las personas congregadas en el patio de la ikastola Erentzun desplegaron una larga soga y tiraron de ella, tal como reza el lema escogido para esta edición de Nafarroa Oinez: Hartu, Tenka, Tira. Las ikastolas hace mucho tiempo que cogieron la cuerda del euskara y durante todos estos años la han estado tensando. Ahora es necesario que la sociedad tire de esa misma cuerda para que el euskara puede avanzar a orillas del Ebro, en localidades como Viana, Lodosa, Mendabia, Sartaguda, San Adrian o Andosilla, donde se ha recuperado el idioma gracias al trabajo de Erentzun e Ibaialde. Fueron precisamente dos de los fundadores de Ibaialde los que se encargaron de coger uno de los extremos de la cuerda. En el otro se colocaron José Luis Ballesteros, su hija Ixone y su nieta Arane. Tres generaciones que han trabajado o estudiado en la ikastola Erentzun. Actos para todos Al finalizar el acto de apertura, los presentes emprendieron la marcha y pusieron rumbo al segundo gune del recorrido, donde tuvo lugar la primera prueba de Erronka. Los equipos, formados por alumnos y alumnas de catorce ikastolas navarras pisaron la uva –una actividad propia de la tierra– y movieron pesados fardos de paja. Mientras los más jóvenes sudaban la camiseta, los mayores aprovechaban para coger fuerzas con un pintxo, disfrutado de las exhibiciones de herri kirolak. La escena en el tercer gune, Pipergontzi, era bien diferente. Allí se congregaron los adolescentes y algún que otro veinteañero con ganas de fiesta. Muchas cuadrillas montaron su campamento cerca del escenario, en el que actuaron Skabidean, Kometa, E.T.S. y Trikidantz. Además, se colocó un futbolín humano y se realizó una exhibición de Trialsin. El cuarto gune estuvo reservado para los más pequeños, que presenciaron la actuación de Kiki eta Moko Pailazoak. Sus aitas y sus amas también pasaron un buen rato con el concierto de Izaki Gardenak y los bertsos de Alaia Martin, Beñat Gaztelumendi, Jon Martin y Arkaitz Oiarzabal, que pusieron punto y final a un Nafarroa Oinez marcado por el frío y las nubes. El año que viene la fiesta de las ikastolas de Nafarroa se celebrará al norte, en Lesaka, de la mano de Tantirumairu Ikastola. Uxue Barkos destacó que el euskara «enriquece y define a la sociedad navarra»