El Aviron perdió ayer por un contundente 51-5 ante el Stade Français. Los de Baiona llegaban al partido tras lograr dos victorias consecutivas y cerca de los puestos de la salvación, pero ayer el cuadro labortano ofreció una muy mala sensación y ahora se queda a ocho puntos de los puestos de permanencia.

El Aviron jugó mal y eso está muy claro, pero tiene la excusa de haber jugado con un jugador menos desde el minuto 18 de partido, por la expulsión de Arganese. Para entonces los vascos perdían 7-0 y con uno menos se complicó todo.

El Aviron salió con la intención de trabajar con su delantera para tener a los franceses lejos de la línea de marca, pero pronto llegó el primer ensayo transformado del Stade y poco después llegaba la tarjeta roja de Arganese y pareció que el partido quedó sentenciado, ya que el Aviron no hizo nada bien.

El Stade Français, también muy necesitado de puntos, jugó a placer, sobre todo en la segunda parte. Antes de llegar al intermedio ya había marcado dos ensayos más, uno de ellos transformado, y un golpe de castigo, para llegar al intermedio con el 22-0.

Un suplicio

La segunda parte fue un auténtico suplicio para los de Baiona. El conjunto parisino logró cinco ensayos más, ante un Aviron que acabó desapareciendo del rectángulo de juego. Seguramente fue el partido más fácil de la temporada para el Stade y no tendrá muchos más como el de ayer. El ensayo de Martial maquilló un poco el resultado para el Aviron, que tendrá que volver a ganar en casa el siguiente partido, ya que fuera parece que no lo puede hacer.