Mikel CHAMIZO
CLÁSICA

El yin y el yang en un dúo de pianos

Las hermanas labortanas Katia y Marielle Labèque escenifican sus similitudes y diferencias de una forma muy inteligente. En su primer concierto con la OSE se presentaron combinadas con dos futuristas vestidos de alta costura –una de sus pasiones reconocidas–, pero Katia iba de negro y Marielle de blanco.

Como el yin y el yang, o como “En blanc et noir” de Debussy, una de las piezas centrales de su repertorio. Estos colores terminaron por simbolizar a la perfección las personalidades musicales tan distintas de estas hermanas que, en contra de la creencia popular, no son gemelas. Katia es eléctrica y gestual, ataca el piano con un nervio casi agresivo, mientras Marielle permanece sosegada, asegurando la base de la interpretación. El “Concierto para dos pianos” de Francis Poulenc, que un crítico describió como una mera excusa para que «dos amigos compartan la diversión, los focos y los aplausos», es una obra perfecta para ellas, pues permite a cada una desarrollar su carácter individual mientras, en un plano paralelo, demuestran el extraordinario conocimiento mutuo adquirido tras toda una vida tocando juntas. A pesar de ciertas libertades rítmicas –habituales en ellas–, fue una impresionante muestra de música de cámara. La OSE no estuvo siempre fina en su acompañamiento, pero mejoró su rendimiento con “Ibéria” de Debusssy y una más que notable “Rondes de Printemps”.