Martin Garitano
Periodista
IKUSMIRA

Volveremos a ser un mar

Se multiplican en estos días las iniciativas en favor de las presas y presos políticos vascos.

Por la defensa de quienes padecen enfermedades graves e incurables. Porque les asiste el derecho que les niegan con terquedad criminal aún en contra de sus propios códigos legales.

También para denunciar el sadismo con que se ensañan con Ibon o con Arantxa. Y con tantos otros.

En defensa de los familiares que padecen el calvario de la dispersión, aquella en la que fue vergonzante cómplice el PNV que ahora la rechaza.

Y, por qué no decirlo a las claras, por la excarcelación de todas y todos.

Porque a nadie se le oculta que sólo así podremos certificar el éxito de un proceso de paz que el régimen español, el que diseñaron entre Franco y su heredero, quisiera fracasado, hundido.

Es que, además, sabemos que para vaciar las cárceles tendremos que llenar las calles y plazas.

Y por eso será necesario volver a abarrotar otra vez Bilbao. Y mantener la plaza fuerte de Usurbil. Y mucho más. Llenar las alamedas de mujeres y hombres libres.

Habrá que regresar a Altsasu y a Ondarroa o Lekeitio. Porque, gota a gota, nos convertimos en un mar y porque, como nos animó el inolvidable y fecundo Imanol Urbieta, la clave está en la calle y para sacarles, tendremos que salir nosotras y nosotros primero.

¿Alguien decente no ha cantado «Kalera, kalera»? No hay patria libre sin gentes libres. Y que no nos engañen con relatos falseados. Los opresores eran ellos.