Martxelo DÍAZ
IRUÑEA

Una pluma para firmar una nueva Ley del Euskara

Ainhoa Aznarez, presidenta del Parlamento navarro, recibió una pluma de Kontseilua para una futura Ley del Euskara no discriminatoria

La presidenta del Parlamento navarro, Ainhoa Aznarez, recibió ayer de Konsteilua una pluma para firmar la nueva Ley del Euskara. La entrega del regalo por parte de Paul Bilbao se hizo en el marco del acto que Kontseilua organizó ayer en el palacio del Condestable de Iruñea con motivo del 30 aniversario de la Ley del Vascuence. «Es un aniversario, pero no es una celebración», destacaron los miembros de Kontseilua, poniendo de relieve, una vez más, que esta norma atenta contra los derechos lingüísticos de los euskaldunes, estableciendo una zonificación del territorio.

Aznarez recibió la pluma con satisfacción y se comprometió a transmitir la necesidad de una nueva ley, «que otorgue un tratamiento digno al euskara», a todos los grupos parlamentarios. Al acto del Condestable, asistieron representantes de Geroa Bai (Koldo Martínez y Virgina Aleman), EH Bildu (Dabid Anaut y Bakartxo Ruiz), Podemos (Tere Sáez) e I-E (Marisa de Simón).

Antes de la entrega de la pluma, pudieron escucharse testimonios de los efectos perversos de la Ley del Vascuence. Así, Jon Jiménez, vecino de Tafalla, explicó el esfuerzo que supuso para sus padres enviarle a la ikastola y cómo tuvo que desplazarse hasta Iruñea para poder estudiar el Bachillerato en euskara. Ahora, paradójicamente, trabaja en Tafalla en un entorno plenamente euskaldun. Mikel Goldarazena relató cómo al pasar de trabajar de la Mancomunidad de Sakana al Instituto Navarro de Deporte y Juventud, en Iruñea, el derecho a trabajar en euskara se esfumó. Zaloa Basabe, por su parte, relató las dificultades para que sus hijas puedan acudir a una escuela infantil en euskara en la Iruñea de hoy en día.

Paul Bilbao, secretario general de Kontseilua, recordó que hace un año, en el 29 aniversario de la Ley del Vascuence, acudieron al Parlamento para reclamar que en el marco de la construcción de un futuro basado en el reconocimiento, la convivencia y la cohesión, era necesario que esta norma no llegara a cumplir los 30 años. La norma cumplió ayer estos 30 años y Kontseilua insistió en su demanda de que es necesaria una nueva ley que respete todos los derechos lingüísticos de toda la ciudadanía navarra.

Situación de excepción

«En los últimos meses, decenas de grupos que trabajamos en la recuperación de decenas de lenguas minorizadas hemos llegado a un acuerdo sobre las medidas que son necesarias adoptar y que se han plasmado en el Protocolo de Donostia. Realmente, no he visto una situación similar a la que se vive en Nafarroa en toda Europa. En este siglo XXI en el que hablamos de convivencia, cohesión y justicia, cuando todos nos referimos a una nueva Nafarroa, ¿no ha llegado el momento de acabar con esta injusticia? Si queremos construir una nueva Nafarroa, es necesario superar las injusticias que hemos vivido hasta ahora», destacó Bilbao.

El secretario general de Kontseilua destacó que los poderes públicos tienen el apoyo de los organismos sociales del euskara para poder dar pasos en esa dirección.

En este sentido, Bilbao subrayó que cuando se refieren a la normalización del euskara o al respeto de los derechos lingüísticos, no están hablando de elementos folklóricos. «Hablamos de derechos de la ciudadanía», destacó, al tiempo que alertó de la gravedad de tener que seguir reivindicado derechos básicos 30 años después.