Con Altuna todo es distinto

El de Amezketa regresa a la competición sin perder un ápice de su magia y, con un Bariola de menos a más,consiguen remontar un 10-3 adverso para lograr su segundo punto y agarrarse de lleno a la competición.

EZKURDIA-MERINO II 18

ALTUNA III-BARRIOLA 22

En esta época del año en el que quien más quien menos se hace sus propósitos a la hora de cambiar de agenda o calendario, Abel Barriola puede sentirse afortunado de poder contar con un pelotari como Jokin Altuna para su último proyecto de su actual etapa. Tras tres jornadas fuera de la competición, el de Amezketa no solo ha recuperado por completo su rodilla izquierda, sino que ha regresado sin perder un ápice del juego que acumuló en un sobresaliente 2016, algo que se antoja indispensable para que su último Parejas no le resulte un calvario al zaguero de Leitza.

Porque el pelotari más veterano del cuadro comprobó ayer que le toca sufrir horrores ante pelotaris con más golpe, prácticamente todos, y ayer David Merino le enseñó la espalda mientras le aguantaron las fuerzas y el suelo del Astelena no limó exigencia a las pelotas. Barriola se vio incapaz de quitar pelota a Joseba Ezkurdia, su pareja del año pasado lo aprovechó, y un buen dos paredes del de Arbizu puso en el marcador un 10-3 que en ese momento parecía irremontable.

Mucho más cuando, tras un buen gancho de Altuna que acercó a los azules un tanto, el zaguero navarro se retiró a vestuarios –con buen criterio el juez le denegó la posibilidad hasta contactar con el médico– y vomitó toda esa angustia e impotencia que había acumulado en el arranque del choque.

La descarga le vino perfecta a Barriola, que regresó mucho más entero a la cancha, pero lo que realmente agradeció fue contar con la ayuda de un delantero capaz de cambiar la dinámica del partido, incluso sin llegar a dominar el peloteo.

Cambio de material

Porque por mucho que Barriola se viniera arriba, se mostrara sobre todo mucho más cómodo con su material, el dominio del peloteo siguió siendo colorado, pero Jokin Altuna se las ingenió para enredar los tantos y llevar el partido a su terreno.

Un par de antológicas dos paredes casi consecutivas le sirvieron para una primera aproximación, con el tercer empate del partido en el cartón 12. Eso sí, para ello tuvo que asumir ciertos riesgos, entrando al remate desde bastante atrás, y dos errores permitieron a los colorados volver a escaparse 16-12 y 17-13.

Sin embargo, el de Arbizu y el riojano no supieron aprovechar un panorama que se les presentaba bastante despejado. Altuna siguió a lo suyo, sumando tantos, con el txoko como filón en la parte final del partido, mientras que las ideas se le fueron nublando a un Ezkurdia que, en su interés de seguir metiendo ritmo al partido, envió dos voleas a las maderas de la contracancha en el peor momento. La magia, el duende o el instinto de Altuna, por contra, se crece en esos instantes y el de Amezketa y Barriola sumaron su segundo punto y pueden presumir de estar invictos jugando juntos.

Eso sí, mucho mayor es el mérito de Irribarria-Rezusta, que pueden decir lo mismo, pero con 5 partidos. Y eso que Urrutikoetxea y un gran Imaz los tuvieron contra las cuerdas el sábado en Bilbo, adelantándose 19-21 en un partido en el que Rezusta no dominó tanto y que decantó el campeón Irribarria.