Una moneda con dos cruces deja a los bilbainos fuera de la Copa
La debilidad de la defensa en la pintura y la ansiedad cuando se les presentóla oportunidad de remontar frenaron en seco a los hombres de negro.
RETABET B. BASKET 68
GRAN CANARIA 82
Primero fue la mala defensa de su zona. Después su incapacidad de ganar a su ansiedad cuando se le presentó la opción de tomar la delantera. Herbalife Gran Canaria volvió a imponerse en Miribilla y RETAbet Bilbao Basket sacó una moneda con dos cruces y no tiene más opción que ganar en Gasteiz y que Andorra lo pierda todo.
Algo debe hacer Carles Durán con la defensa de la pintura, porque el letón Pasecniks se enseñoreó en pocos minutos de la zona, e ídem Oriol Paulí. Mientras, un Hervelle algo avejentado no podía con Eulis Báez ni Aguilar, aunque al menos replicaba a golpe de triple. Con un 9 de 11 en tiros de dos, Gran Canaria se escapaba 14-21 y obligaba a Durán a cambiar a Eric por Buva y a pedir tiempo. Visto lo visto, el 22-27 del final del primer cuarto fue una buena noticia.
Y con estos dolores transcurrió toda la primera mitad, ya que Gran Canaria, a base de atraer a la defensa bilbaina hacia fuera y valerse de los cortes sin balón o penetrando, anotaba sin dificultades. En cambio, Bilbao Basket, que sacó hasta a cuatro bases con la entrada de Sergio Llorente, aguantaba con los triples de Mumbrú y Hervelle. Un mate de Michael Eric arrimaba a 37-40 el luminoso, obligando a Luis Casimiro a llamar al orden a sus muchachos. El juego era grancanario, pero los arranques de Bilbao Basket encendían al público, y este su defensa. Al descanso, los hombres de negro, valiéndose del desacierto en el triple de los visitantes, seguían en la pelea, ya que caían solo por 44-46.
De la risa a la desesperación
Por desesperación, los errores en el tiro del tercer cuarto sacaron alguna sonrisa. Fueron los momentos en los que los hombres de negro más cerca tuvieron la delantera, ante un Gran Canaria obcecado con el triple.
Pero quien encestó fue Kuric, liderando un parcial de 0-5 al final del cuarto que estiraba a los de Luis Casimiro hasta el 52-61. Aquello fue el preludio de un último cuarto de desesparación, un ejercicio de quiero y no puedo de los bilbainos con pocas ideas y minutos de importancia para Sergio Llorente en lugar de un borrado Bamforth.
Lapornik elevaba el 62-68, pero entonces asomó el «zorro» Oliver, para sumar cinco puntos seguidos y, a modo de trilero, regalarle una moneda de dos cruces a Bilbao Basket, que sacó cruz y se dejó casi todas sus opciones de Copa en el camino.
«Tenemos que encontrar nuestro timón y nuestra cara triste tiene que cambiar»
Tardó Carles Durán en asomar por la sala de prensa del Bilbao Arena. Mucho por corregir, mucha pena que tragar y mucha frustración. Al cabo, el técnico barcelonés tuvo que aparecer, reconoció la debilidad defensiva como la ansiedad, así como el «problema» en el puesto de base.
«Al principio, aparte de los balones perdidos y las canastas fáciles, Gran Canaria ha ganado mucha confianza. La entrada de Sergio –Llorente– nos ha enseñado el camino. Hemos jugado con más hambre, aunque sin acierto. En el tercer cuarto hemos defendido bien, pero hemos hecho tiros locos. Solo queríamos tirar de tres. Y cuando nos hemos puesto 60-66, hemos hecho dos o tres tiros locos, de querer ganar cuando quedaba mucho tiempo, y Granca nos ha castigado con cierta tranquilidad», explicó el técnico bilbaino.
Preguntado sobre los cuatro bases en liza, Durán confesaba que «estamos sufriendo mucho en ese aspecto y Sergio nos ha dado mucha energía. Tenemos que mejorar porque es un punto débil que nos está haciendo mucho daño».
Por contra, la Copa es casi agua pasada para el preparador de Bilbao Basket. «No depende de nosotros. Quedan muchos partidos, porque queda toda una segunda vuelta. Tenemos que encontrar nuestro timón y en algunos momentos nuestras caras tienen que cambiar», acabó. A. G.