Lara Arruabarrena logró ayer el pase a la segunda ronda del torneo de Hobart (Australia) al remontar ante la tenista luxemburguesa Mandy Minella en su estreno en el cuadro principal. La tolosarra entregó por 4-6 la primera manga, pero corrigió su juego y se anotó el segundo y tercer sets, por 6-2 y 6-3, respectivamente.

Arruabarrena cerró el triunfo en una hora y 45 minutos, con lo que accedió a la siguiente fase, en la que le aguarda la estadounidense Shelby Rogers quien, contra pronóstico, batió a la letona Anastasia Sevastova, segunda cabeza de serie.

Es la 64ª del mundo

Por cierto, ayer se hizo pública la clasificación mundial de la WTA en la que la tenista vasca ocupa el puesto 64º con 923 puntos. Por su parte, Garbiñe Muguruza ocupa la séptima posición con 4.420.

La alemana Angelique Kerber, ganadora de los últimos Abiertos de Estados Unidos y de Australia, continúa en la primera plaza. Kerber, que ocupa este lugar desde septiembre, está en cabeza con 8.875 puntos, seguida por la estadounidense Serena Williams (7.080 puntos) y la polaca Agnieszka Radwanska (5.420 puntos). El único cambio en las diez primeras posiciones lo ha protagonizado la checa Karolina Pliskova, quien se ha puesto quinta en detrimento de la eslovaca Dominika Cibulkova, que ahora es sexta.

Murray arranca como líder

En categoría masculina, el escocés Andy Murray, ganador la pasada temporada de Wimbledon y del Masters de Londres, comienza el año en lo más alto, puesto al que llegó el 7 de noviembre.

Murray, con 12.560 puntos, es seguido de cerca por el que liderara la clasificación ATP durante 122 semanas consecutivas, el serbio Novak Djokovic, con 11.780 puntos. Más alejados de la cabeza se encuentran el canadiense Milos Raonic (5.290 puntos), el suizo Stan Wawrinka (5.155 puntos) y el japonés Kei Nishikori (5.010 puntos).

Kyrgios ataca a Trump

Ante ocho mil seguidores que llenaron el Centro de Convenciones de Sidney, el australiano Nick Kyrgios se impuso a Nadal, aunque la noticia estuvo en que apareció después ante los medios con una camiseta con la cara del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, retocada con unos cuernos como si fuera un diablo.