Del dicho al hecho...

A música celestial le puede sonar al socio rojillo el plan que ha elaborado la junta directiva para mejorar el trabajo de cantera que se lleva a cabo en Tajonar. No creo que ningún aficionado esté en contra de que el club intensifique su trabajo para que los talentos locales no emigren a otros clubes, que los técnicos dispongan de mejores herramientas para aumentar su capacitación profesional o que se avance en la comunicación con las familias y la formación no solo futbolística, sino también de valores.

Sin duda, está muy bien partir de semejante filosofía, tan acorde a un club que pertenece a sus socios, pero la verdadera prueba del algodón va a tener lugar cuando llegue el momento de pedir cuentas, precisamente a las personas que ya llevan un tiempo funcionando en las instalaciones rojillas. Porque, no nos engañemos, en los puestos de mayor responsabilidad siguen estando las mismas caras, aunque bien es cierto que también habrá que otorgarles el beneplácito de un periodo de aclimatación a las nuevas y, a priori, exigentes formas de trabajo. Léase junio.

Si al final, y caso de que no se hayan alcanzado los objetivos previstos, a la actual junta le tiembla el pulso para despedir a alguno de sus hombres de confianza, no estará sino repitiendo pretéritos errores y engañando a una masa social con la que se ha comprometido.