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GUTUNAK

La avaricia rompe el saco


La electricidad en 2016 subió un 30% y se prevé que este año suba aún más. Es sabido que España tiene el segundo precio más elevado de la UE y que las empresas que tienen un consumo de electricidad elevado no pueden competir con otras extranjeras y han dado la alarma. Saben que están al borde de ser expedientadas por la UE. Además, temen que se generalice el uso de generación mediante placas solares, lo que supone que toda su infraestructura de térmicas, nucleares e hidráulicas y el sistema de red eléctrica quede sin utilidad. Los consumidores producirán la energía que consumen a precios ínfimos, sólo falta que la UE obligue a anular todas las trabas a las energías limpias y el impuesto al sol sea derogado. Justo castigo a su impunidad y arrogancia y las fantasías afirmando que la energía que producen es ecológica. Lo mismo que le sucederá a la banca, pues con los tipos de interés que cobran por sus préstamos y el riesgo que asumen al prestar masas ingentes de dinero a fin de rentabilizar su negocio, va a ser imposible mantener su gigantismo y sus beneficios. Además, los directivos están aún pendientes de responder de malas prácticas en sus gestiones. Ello demuestra la falacia de que la gestión privada es más eficaz que la pública. Se evidencia que los monopolios son negativos incluso para los que los disfrutan, pues han provocado un fuerte rechazo entre los usuarios y ahora deben responder de verdad, sin cataplasmas como las valoraciones amañadas de sociedades de rating que emiten sus informes favorables trucados a cambio de cuantiosas minutas.