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Las medidas contra refugiados de Trump crean un rechazo unánime

El presidente Trump provocó vivas reacciones ayer, tras su decreto para suspender la llegada de refugiados a EEUU e imponer nuevas trabas a viajeros procedentes de siete países musulmanes, entre ellos Siria. Cumpliendo otra promesa electoral, Trump anunció el viernes un mecanismo de «chequeo extremo» para «mantener a los terroristas islámicos radicales fuera de EEUU». Ayer mismo decenas de personas sufrieron las consecuencias del decreto.


Las medidas decretadas suspenden el programa de EEUU de acogida de refugiados durante al menos 120 días, mientras se concreta el futuro sistema de verificación de visados. Los nuevos protocolos deben «garantizar que los aprobados como refugiados no supondrán una amenaza a la seguridad o bienestar de Estados Unidos». Además, prohíbe específicamente la llegada de refugiados sirios de forma indefinida o hasta que el mandatario decida que no son un peligro para el país.

Además, Washington no concederá visados durante 90 días a migrantes o visitantes procedentes de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. Durante la renovación del sistema de visados, se harán algunas excepciones a personas pertenecientes a «minorías religiosas», que favorecerán principalmente a los cristianos.

En el año fiscal 2016 (que va del 1 de octubre de 2015 al 30 de setiembre de 2016), EEUU admitió a 84.994 refugiados de diversas nacionalidades, incluyendo unos 10.000 sirios. Para este año, Trump no quiere «más de 50.000 refugiados».

De París a Teherán y Quito

Las medidas de Trump generaron protestas espontáneas en EEUU. Decenas de personas se concentraron en el aeropuerto JFK de Nueva York para protestar contra las mismas. Con pancartas como «Dejad a mis amigos entrar», respondieron a una convocatoria relámpago en Facebook. «Sin odio y sin miedo, los refugiados son bienvenidos aquí», gritaron los concentrados, a quienes se unió la legisladora Nydia Velazquez.

En una declaración conjunta, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) instaron a EEUU a continuar con su tradición de acoger a refugiados. «Estamos profundamente convencidos de que los refugiados deben recibir un trato equitativo y oportunidades de reasentamiento, independientemente de su religión, nacionalidad o raza», insistieron. Por su parte, los ministros de Exteriores francés y alemán se dijeron estar «preocupados» por las decisiones de Trump y destacaron que «acoger a refugiados que huyen de la guerra es parte de nuestro deber». Partiendo desde una posición bien distinta coincidió con esa idea el presidente iraní, Hasan Rohani, que consideró que no son tiempos para «construir muros»: «El mundo de hoy no es un mundo en el que se refuerzan las diferencias entre las naciones», dijo el presidente iraní en un discurso retransmitido por la televisión pública. Irán aplicará la reciprocidad y prohibirá el ingreso de estadounidenses durante tres meses.

«La cuestión de los refugiados es un problema global. Hay 55 millones en todo el mundo. No podemos solventar este problema construyendo muros», declaró el primer ministro turco, Binali Yildirim.

Las preguntas de un sirio

El presidente del Ecuador, Rafael Correa, llamó a aprovechar los «tiempos difíciles» que auguran los «discursos inhumanos e incluso crueles» que llegan estos días para combatirlos unitariamente, consolidando la «patria grande: Latinoamérica».

Además de los gobernantes de tan diversos colores ideológicos, personas que tratan de huir de las guerras y la miseria se opusieron a las medidas del neoyorquino. «¿Qué ha hecho el pueblo sirio para merecer esto?», preguntaba, tiritando de frío en un campamento de Líbano, Abu Mahmud al Ghul. Este hombre de 44 años es uno de los millones de sirios que han huido de la guerra en busca de un refugio en países de acogida.

Al Ghul, de la ciudad siria de Quseir, en la provincia de Damasco, y con seis hijos, se refugió en un campamento improvisado en Marj, en el este de Líbano, un país vecino de cuatro millones de habitantes que pese a ser pequeño acogió a un millón de refugiados sirios. «¡Cuando uno piensa que es un país democrático el que lo hace...! Pero tanto si nos prohíben entrar como si no, ¿qué puede hacer el pueblo?», preguntaba, resignado. En el campamento de Marj, en la meseta de Bekaa, los propios refugiados tuvieron que instalar las barracas o tiendas de campaña. Los niños estaban ateridos, con temperaturas que rondan los cero grados.

Recogerán firmas para poder votar si California se separa de EEUU

La campaña que impulsa la secesión de California como consecuencia de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca está ganando terreno y quienes la apoyan ya han sido autorizados a reunir firmas para que la medida sea sometida a votación. El secretario de Estado de California, Alex Padilla, dio luz verde el jueves para que los militantes de Nación de California, movimiento también llamado Calexit, inicien la colecta de las cerca de 600.000 firmas necesarias para que la medida sea sometida a votación en las próximas elecciones legislativas de noviembre de 2018. Los promotores necesitan recolectar exactamente 585.407 firmas de aquí al 25 de julio, lo que representa el 8% de los votantes inscriptos en el estado más poblado de Estados Unidos, con 40 millones de habitantes.

Si California fuera un país independiente, sería la sexta economía mundial. El estado es de mayoría demócrata.

Si la iniciativa fuera efectivamente sometida a votación, un «sí» conduciría a una modificación de la Constitución del Estado, según la cual «California es una parte inseparable de Estados Unidos» y «la Constitución de Estados Unidos es la ley suprema del país», según un comunicado de la oficina de Padilla. Los electores deberían entonces decidir en un referéndum en 2019 si California debe convertirse en un Estado independiente.GARA

«Contactos personales regulares» con Putin

El presidente Trump y su homólogo ruso, Vladimir Putin, mantuvieron ayer una conversación telefónica en la que acordaron mantener «contactos personales regulares» en el marco de una mejora de las relaciones bilaterales. «Ha habido un ambiente de restablecimiento y mejora de cooperación» entre ambas partes, informaba el Kremlin tras la conversación telefónica, según la agencia de noticias rusa Sputnik.

La Presidencia rusa explica que Putin felicitó a Trump por su toma de posesión. Abordaron cuestiones como la situación en Siria. En concreto, coincidieron en la necesidad de coordinar de forma real la lucha contra el Estado Islámico (ISIS) y otras organizaciones yihadistas con presencia en Siria.

Donald Trump se comunicó, también por teléfono, con el primer ministro japonés Shinzo Abe (el nipón será recibido por el magnate el 10 de febrero en Washington) y con la canciller alemana Angela Merkel. El mandatario también tenía previsto conversar más tarde con el presidente francés François Hollande y con el primer ministro australiano Malcolm Turnbull. GARA