Arnaitz GORRITI
LIGA FEMENINA - LACTURALE ARASKI

Spar Girona demuestra que está un escalón por encima

El cuadro gasteiztarra no pudo evitar sumar su tercera derrota consecutiva.

LACTURALE ARASKI 57

SPAR GIRONA 80


Era algo que podía suceder, y sucedió. Spar Girona le enseñó a Lacturale Araski que entre un equipo y otro hay aún un escalón grande. La escuadra gasteiztarra peleó mientras le duraron las fuerzas, pero acabó por rendirse ante el poderío catalán, que impuso un ritmo constante, imposible para Madelen Urieta y sus muchachas, y que suman la tercera derrota seguida.

Únicamente Roselis Silva llegó a superar sus números, mientras que el resto de la plantilla de Araski vio que su participación de ayer quedó por debajo de sus promedios. En especial las jugadoras de la pintura padecieron un tormento continuo. Coulibaly e Ibekwe, más la gigantona de 205 centímetros Alminaite, eclipsaron la labor del juego interior gasteiztarra. Roundtree acabó maquillando sus números en el último cuarto, pero Gisela Vega, al que el ritmo vivo de Araski le está costando mucho asimilar, Laura Pardo e Irati Etxarri se llevaron un recuerdo muy amargo del encuentro de ayer.

En cualquier caso, nada se le puede reprochar a Lacturale Araski, porque sabía de su inferioridad y, pese a todo, no entregó el partido sino en el último período. Al descanso, las de Madelen Urieta perdían por 36-43. Cecilia Liñeira y Roselis Silva mantenían el marcador más o menos igualado gracias a su acierto desde la larga distancia, pero el dominio interior de Spar Girona era tal, a lo que se le unió el acierto de Peters, que el cuadro catalán fue imponiendo su superioridad a partir del final del segundo cuarto.

Ahogadas por la zona

«No pudimos con su defensa en zona», confesaba tras el partido Roselis Silva. Spar Girona puso en práctica una zona 2-3 que fundió los plomos de las de Madelen Urieta, que perdieron la fluidez. Según Roselis Silva, «la envergadura de jugadoras como Coulibaly o Ibekwe tapa muchos espacios, y aunque buscábamos generar para nuestras tiradoras, no conseguíamos buenos ángulos de pase».

Las pérdidas de balón y los malos tiros empezaban a ser peligrosamente frecuentes en el bando gasteiztarra, mientras que las catalanas se hallaban cada vez más a gusto. Rosó Buch le daba mucha fuerza a la primera línea defensiva visitante, y el dominio reboteador –28 a 42 a favor de Spar Girona, con 15 rechaces en ataque– dejaba sin aire ni capacidad reactiva a Araski, que se entregó a su suerte en los diez últimos minutos.

Tal vez para incrustar en su memoria el precedente de ayer, de cara a una posible semifinal de Copa, Girona no aflojó en los últimos minutos, hasta el punto de ensayar una presión defensiva a toda cancha tras canasta que le dio réditos en forma de robos de balón. Lacturale Araski, dando por buena la derrota, bajó los brazos, y salvo Roundtree, apenas hubo buenas noticias por el bando alavés hacia el final. En todo caso, la derrota de ayer entraba en los planes y no cabe encender alarma alguna.