Puigdemont explica a los consules un referéndum que Madrid ya amenaza

El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, se reunió ayer con una sesentena de miembros del cuerpo consular de Barcelona, ante quienes aseguró que harán el referéndum «como muy tarde en setiembre y con todas las garantías jurídicas y democráticas». «Lo haremos para que todo el pueblo de Catalunya decida, porque este derecho de autodeterminación está en sus manos, al menos en democracia», añadió el president ante la presencia de cónsules de todo el mundo, especialmente de Europa –departieron con Puigdemont desenfadadamente los consules británico y francés, entre otros–.

Puigdemont lamentó que «hay una negativa unilateral, una obstinación cerrada del Gobierno español que nos hace no ser muy optimistas» en cuanto al diálogo con Madrid, pero advirtió de que «las amenazas tampoco harán replantear a millones de catalanes que piden de forma pacífica y convivencial una urna donde expresar si quieren o no que Catalunya sea un Estado independiente».

Precisamente ayer el Pacto Nacional por el Referéndum presentó una primera hoja de ruta que contempla reunirse con partidos estatales, abrir una oficina técnica y plantear diversos actos y movilizaciones con el objetivo de allanar el terreno a un acuerdo que permita un referéndum pactado con Madrid.

Sin embargo, Moncloa no solo reiteró ayer que no tiene intención alguna de acordar un referéndum, sino que, a través de Europa Press, aseguró que tiene previsto un plan con todas las actuaciones posibles para evitar la celebración del plebiscito. Entre estas medidas, la nota mencionaba la posibilidad de precintar los colegios electorales o tomar las riendas de la Consejería de Educación para que no se puedan instalar las urnas.