El esquiador suizo Beat Feuz y la eslovena Ilka Stuhec se proclamaron ayer campeones del mundo de descenso en St. Moritz (Suiza) al ser los más rápidos en sus respectivas pruebas.

Feuz, con un crono de 1:38.91, cumplió su gran sueño al entrar por delante del vencedor del Supergigante, el canadiense Erik Guay, y del austríaco Max Franz.

La mala visibilidad recomendó a los organizadores bajar la salida de la prueba masculina al nivel en el que se hizo en la combinada, en la cota 2.745 metros y dejar la bajada en 705 metros de desnivel en una longitud de 2.920 metros y 38 puertas de por medio. El esquí directo de Feuz se vio favorecido por el gran deslizamiento de la nieve conforme fueron saliendo participantes, sobre todo en la parte superior del trazado, de la que también se benefició Guay –salió cuatro puestos por detrás del vencedor–, que quedó a tan solo 12 centésimas de segundo.

«Significa mucho para mí ganar aquí», fue una frase de Feuz en su cuarta y última victoria en una prueba de descenso de la Copa del Mundo el 16 marzo de 2016. Hasta que ayer, en la prueba de descenso de estos Campeonatos del Mundo, venció.

Primer gran título para Stuhec

Para Ilka Stuhec, de 26 años, se trata de su primer gran título. Ganó por delante de la austríaca Stephanie Venier –con solo 21 carreras en la Copa del Mundo– y de la estadounidense Lindsey Vonn –logra su séptima medalla en un Campeonato Mundial–.

Quizá la eslovena no hizo la bajada perfecta, pero supo hacer el mejor planteamiento, arriesgando lo justo para evitar una salida de pista y consiguiendo el mayor éxito de su carrera. Justo lo que le pasó a la italiana Sofia Goggia, que consiguió el mejor tiempo en la combinada del pasado viernes y que ayer cometió un gran error que a punto estuvo de ocasionarla una peligrosa caída. Acabó en la cuarta posición y fuera del podio.