Los rebeldes sirios apoyados por tropas turcas controlan gran parte de Al-Bab, bastión del Estado Islámico (ISIS) en el norte sirio, dijo el primer ministro turco Binali Yildirim: «Gracias a Dios, después de todos estos combates, Al Bab está, al fin, en gran parte bajo control».

En agosto, Turquía lanzó la operación «Escudo del Éufrates» para expulsar del norte de Siria al ISIS y a las fuerzas kurdas, apoyadas por EEUU en su lucha contra los yihadistas, pero a las que Ankara califica de «terroristas». Tras apoderarse de varias localidades, los rebeldes y las tropas turcas lanzaron una ofensiva para reconquistar Al Bab, situada en la región de Alepo, donde las fuerzas turcas penetraron el sábado. Querían «impedir que las organizaciones terroristas abran corredores» que les permitan llegar a la frontera turca, dijo ayer el primer ministro: «Nuestros esfuerzos no fueron vanos, lograron su objetivo».

Al-Bab está cercada por las tropas turcas y los rebeldes, que avanzan por el norte, este y oeste, y por las fuerzas gubernamentales, que progresan por el sur. Las fuerzas del régimen sirio y los rebeldes apoyados por Turquía acordaron crear una «línea de seguridad» en Al-Bab, para evitar choques entre ellos en su objetivo común de desalojar a los yihadistas de la ciudad, indicó ayer el diario turco “Hürriyet”. Además, las fuerzas rivales que intentan expulsar de la ciudad a los yihadistas se comunican para prevenir cualquier incidente, indicó dicho medio turco. Es la primera vez que los diarios turcos mencionan la existencia de una coordinación de este tipo entre los rebeldes y las fuerzas del Gobierno de Bashar al-Assad.