GARA
ALPINISMO

Txikon desmiente la retirada, la aventura sigue

La expedición descendió al campo base del Everest tras sufrir una avalancha a 7.000 metros de altitud.

«Ya estamos en el Campo Base y os aseguro que yo no he abandonado», advertía Alex Txikon en su cuenta de Twitter a eso de las 17.00 de ayer después de que varios medios publicaran la noticia de su retirada en su intento de coronar el Everest (8.848) en invierno y sin oxígeno artificial. El “RaceTracker” para su seguimiento, al menos, corroboraba que su última posición era a 5.270 metros de altitud. «La expedición sigue; vamos a descansar estos próximos días y luego decidiremos los pasos a seguir», señaló horas más tarde al grupo de seguimiento en Bilbo con un mensaje de WhatsApp.

Mediante estas palabras Txikon desmentía al director de Seven Summit Trek, Mingma Sherpa, quien había asegurado que el montañero de Lemoa abandonaba su objetivo debido a los fuertes vientos que azotan estos días el Everest. El director de la empresa expedicionaria había recordado que la escalada del pico más alto del mundo en invierno y sin la ayuda de oxígeno artificial es una tarea extremadamente complicada que solo ha logrado hasta la fecha un guía nepalí. Pero Alex Txikon subrayó horas después, con una extensa crónica, que quiere seguir intentando la gesta.

«Me siento un poco más vivo»

Las confusas informaciones durante la jornada de ayer se debieron a la avalancha que sufrieron Txikon y sus acompañantes cuando estaban descendiendo desde el Campo 3, a 7.000 metros de altitud, donde habían pasado la noche. El vizcaino salió milagrosamente vivo tras una caída de cien metros que contuvo un clavo de hielo. Entre sus compañeros sherpas, solo Cheppal resultó herido en la cabeza, aunque por suerte pudo llegar por sus propios medios al campo base, desde donde iba a ser evacuado a Katmandú.

En la crónica enviada por Txikon, el vizcaino relataba que «¡Hemos tenido suerte pero de la de verdad! ¡Qué miedo hemos pasado! Cada vez que me veo cayendo a toda velocidad un escalofrío recorre mi cuerpo y aún no sé cómo no me he roto nada tras frenarme en seco».

Desde el C-3 hasta el campo base, la expedición tardó nueve horas en bajar, un horario muy alejado de los ritmos que han empleado una vez aclimatados. Sin embargo, una vez a 5.300 metros, y a pesar de solo quedar cinco –el vizcaino y cuatro sherpas–, Alex Txikon se mostró «un poco más vivo» y «con muchísima fuerza de probar suerte de nuevo. Ya veremos qué pasa los siguientes días», concluyó.