La francesa Tessa Worley se proclamó ayer campeona de eslalon gigante en los Mundiales de esquí alpino que se disputan en St. Moritz (Suiza), tras hacer valer en la segunda manga la renta de casi medio segundo obtenida en la primera, pese al ataque desesperado de la estadounidense Mikaela Shiffrin, plata.

Worley terminó con un tiempo añadido de 2:05.55 –le bastó con ser quinta en la segunda manga, a tan solo 38 centésimas de una agresiva Shiffrin–, por 2:05.89 de la norteamericana, que lidera esta temporada la Copa del Mundo, y 2:06.29 de la italiana Sofia Goggia, que fue segunda en la primera bajada.

Una de las favoritas al triunfo final, la alemana Viktoria Rebensburg, subcampeona mundial de la disciplina en 2015, no aguantó en pista más de 30 segundos en la primera manga.

Es el segundo título mundial individual de Worley, aunque llega cuatro años después del que obtuvo en 2013, y el segundo también en St. Moritz, si bien el primero fue la victoria de Francia por equipos.

Gigante masculino

El esquiador holandés Steffan Winkelhorst logró el mejor tiempo en el previo al gigante masculino que se disputa hoy.