La gran feria de exhibición de materiales de montaña y de actividades en el medio natural, de Salt Lake City, Utah, a la que acuden grandes y pequeñas empresas de todo el mundo con sus productos y gran fuente de ingresos para la ciudad, está próxima a verse boicoteada por muchas de las grandes como Patagonia, Arcteryx, Polartec, Metolius… En efecto, el gobernador republicano del estado ha solicitado al nuevo presidente Trump rescindir por decreto la reciente declaración –por el todavía presidente Obama poco antes de pasar el testigo– del área protegida de Bears Ears National Monument, lugar de interés cultural, arqueológico y paisajístico por no hablar de terreno de juego espectacular para escaladores de todo el mundo. Indian Creek, Valley of Gods, Arch Canyon, etc. quedarían de esta manera expuestos a las tan ansiadas y proyectadas prospecciones gasísticas y mineras. La protección de estos espacios naturales es considerada vital para la industria que estas compañías representan y como Patagonia, por medio de su fundador y mánager, Ivon Chouinard apunta (y para situar el contexto de estas actividades en la esfera económica que es la única que parecen entender), las actividades recreativas al aire libre suponen para el estado de Utah 12 billones de dólares (un billón USA es equivalente a 1.000 millones) en consumo y 122.000 puestos de trabajo, según Chouinard tres veces más de lo que aporta la industria de combustibles fósiles. Que se enteren.